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Si el arzobispo, Carlos Osoro, piensa que el letargo es la mejor medicina para el asunto de las misas en valenciano, se va a encontrar con una piedra en el zapato que, si no le obliga a despertar, al menos le va a molestar. Y la piedra no es pequeña, institucionalmente hablando, porque forma parte de ella un organismo oficial como la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL). La sede de esta fue el pasado lunes escenario de un encuentro entre académicos, sacerdotes y laicos -una treintena, en total- que dio como resultado la creación de una entidad estable que publicará algunos textos religiosos en valenciano que no requieren el aval episcopal (el cantoral o los gozos) y que estudia cómo dar a conocer la propuesta de misal de la AVL si la situación de bloqueo persiste.

Con ese documento bajo el brazo, la institución normativa hizo visitas en 2009 a los cuatro obispos de las diócesis valencianas. Desde entonces está pendiente de que todos los prelados constituyan una comisión interdiocesana que lo estudie. Hasta en dos ocasiones Osoro ha reunido a los titulares de las demarcaciones valencianas sin que el asunto del idioma entrara en el orden del día.

De esta manera, el arzobispo mantiene la táctica que ya practicó su predecesor, Agustín García-Gasco. Eso sí, el cardenal sí que llevó el tema a la mesa de los obispos en 2004 para concluir que la falta de paz lingüística y de consenso ortográfico hacían aconsejable aparcar la cuestión. Y hasta hoy. Osoro ha sido proclive a los gestos y las declaraciones en favor del valenciano, pero de ahí no ha pasado. Tampoco es lo que tenga fácil, ya que en el entorno del Palacio Arzobispal -y del cabildo de la Catedral- gozan de voz potente algunas personas y entidades contrarias a la AVL y la unidad de la lengua.

Carta de 121 curas a Osoro

Con su último movimiento, la Acadèmia lanza un mensaje al arzobispo: no está dispuesta a dejar muerta la propuesta elaborada y actuará junto a aquellos que reivindican la necesidad de textos oficiales en valenciano. Sin embargo, sin el respaldo del arzobispado cualquier camino no pasará de lo oficioso y tendrá una capacidad de alcance limitada.

La AVL recordó ayer que recientemente 121 sacerdotes y religiosos de la diócesis se dirigieron por escrito a Osoro reclamándole la aprobación del misal en valenciano, sin obtener respuesta. Entre los firmantes figuran el decano de la Facultad de Teología, el rector del Colegio del Corpus Christi o seis miembros del Consejo del Presbiterio.