¿Hay que prohibir las gafas de sol a los falleros porque no forma parte del vestir popular?. Pues entonces tendrán que abrasarse los ojos en esas casi siempre soleadas matiales del mes de marzo. Eso es lo que se plantea la Junta Local Fallera de Alzira para su nuevo reglamento, una propuesta que no deja de tener su miga.

Sobre todo, porque se puede plantear la pregunta de otra forma: ¿por qué un fallero sí que puede llevar gafas de sol... y una fallera no?. Resulta curioso, pero cierto: mientras con los hombres se tiene plenamente asumido su empleo, las falleras tienen que valerse del abanico para hacer las veces de visera o, simplemente, aguantarse.

Sin embargo, esta posible prohibición es incompleta. Si se aplicara estrictamente a todas las falleras y, sobre todo, falleros, la ortodoxia en el "vestir popular", pocos podrían salir a la calle.

En el apartado masculino son innumerables los complementos que deberían considerarse irregulares. Porque si la propuesta alzireña hace mención a las gafas de sol, miles son aquellos que, debajo de la camisa blanca o perfectamente a la vista lucen relojes de pulsera. Lo más que podría aceptarse es el reloj de cadena.

Pero añádase a esto toda la colección de pulseras de joyería, de goma o cordoncitos que se lucen en tantas y tantas muñecas. A lo que habría que añadir elementos como sombreros, escapularios o rosarios que requerirían un debate sobre si "pegan" o no.

En el caso de las mujeres está prácticamente asumida la inconveniencia de llevar gafas de sol, pero también de reloj y son pocas las que lo lucen. Por contra, sí que existe un uso y abuso de joyería, especialmente pulseras y brazaletes, que no pegan ni con cola con la indumentaria.

Que esa es la otra. Porque es probable pocos trajes pasarían un control de calidad histórica. ¿Vestía alguna mujer valenciana, en alguna de las épocas históricas, como lo hacen actualmente, con la infinidad de variantes existente?. Léase traje del siglo XVIII, del XIX (o "de fallera") y toda la gama de huertanas, así como las diferentes gamas y texturas de la tela, todas ellas combinadas de mil manera.

Añádanse a la ceremonia de la coonfusión los diferentes tipos de peinado, algo que están creciendo exponencialmente en los últimos años con la aparición de moños únicos, ondas y similar.

El traje "noesná" y el negro

El traje más cuestionado, también en el anteproyecto alzireño, es el del pantalón rayado. Hay indumentaristas que lo han tratado de bautizar como "huertano", pero en el argot de la fiesta tiene el apelativo de "noesná", en alusión a que no corresponde con ningún tipo de ortodoxia.

Se trata del sustitutivo claro del antiguo traje negro. Este, por cierto, estando obsoleto, es totalmente correcto históricamente: se inventó en los años cincuenta y se ha mantenido fiel, modificando en todo caso la textura de la tela.

El negro sustituyó al traje de chaqueta "civil" y el "noesná" es el que se emplea ahora por aquello que no se atreven con el "torrentí" -no sienta bien a todo el mundo y no es especialmente cómodo- y al "zaragüell". Ambos son trajes que, sobre todo para los falleros veteranos, se hacen más difíciles de llevar.

Xàtiva se suma a la iniciativa

El presidente de la Junta Local Fallera de Xàtiva, Javier García Paños, aplaude la iniciativa de la junta de Alzira, que ha propuesto que en los desfiles oficiales los falleros y falleros no lleven gafas de sol. El caso de Xàtiva, según ha recordado Paños, es especialmente llamativo porque hay un acto matutino, la Baixà de Sant Josep, el día 19 de marzo, donde participan decenas y decenas de falleros con gafas oscuras; incluso se puede ver a falleras mayores que las llevan.

"Me parece mejor concienciar que prohibir: esa no es la solución"

Mª Pilar Giménez Santamarina, la Fallera Mayor de Valencia de 2010, se muestra prudente al enterarse sobre la propuesta de la Junta Local de Alzira. "Piti" asegura que es mejor no entrar en prohibiciones de ningún tipo. "Yo creo que las medidas extremas nunca son buenas, siempre hay que buscar un punto medio que sea respetuoso con todo el mundo y no cause malestar entre la gente". La fallera de la comisión Plaza de la Cruz, es partidaria de poner en marcha acciones más conciliadoras. "Me parece mejor concienciar a la gente de que las gafas de sol no van con la indumentaria tradicional valenciana, prohibir no es la solución". La fallera mayor consideró que en ningún caso sería justo castigar a alguien que hiciera uso de las gafas de sol. "No tiene sentido expulsar a alguien de un acto por llevarlas", afirmó.

"Habría que tipificar mejor lo que es la "indumentaria fallera correcta""

Laura Cano, presidenta de la Federación de Fallas de Sección Especial, no es partidaria de las prohibiciones. Lo mejor sería "tipicar mejor lo que es la "indumentaria fallera correcta" y animar a los falleros a que sean más respetuosos con ella". Además, considera exagerado expulsar a los falleros que lleven gafas de sol de un acto porque puede que haya personas que las necesiten por motivos de salud. "Me repele más ver a una fallera fumando". Cano afirmó que esta propuesta no atañe a las mujeres, ya que "es muy complicado que puedan combinar el aparatoso peinado con las gafas de sol". Por otro lado, la presidenta de Almirante Cadarso-Conde Altea aseguró que hay muchas otras cosas que no respetan el traje tradicional, no sólo las gafas de sol, "por ejemplo la banda de fallera se sigue utilizando en muchas comisiones y no es un elemento tradicional, sólo informativo".

"Me parece excesivo. Las gafas de sol no son nada fuera de lo normal"

José Giménez, presidente de la Falla Cuba-Literato Azorín, se mostraba escéptico respecto a la conveniencia de implantar una medida como esta. "Ya son demasiadas prohibiciones, una restricción así me parecería excesiva", afirmó. Gímenez añadió que en el caso de las falleras podría ser algo comprensible, ya que en ellas las gafas de sol quedan "menos estéticas", pero no entiende por qué sería necesario obligar a los falleros a no llevarlas, ya que "las gafas no son nada fuera de lo normal". Según el presidente de esta falla de sección especial del barrio de Ruzafa hay muchos elementos que no pertenecen a la indumentaria tradicional fallera y aun así su uso es permitido. "Si nos ponemos en este plan también podríamos prohibir muchas más cosas, como los pendientes, las pulseras, los relojes, etc.", concluyó.