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Las pequeñas y medianas empresas de la Comunitat Valenciana pierden tratos con el mercado británico por sus errores de comunicación en el idioma anglosajón, sin que sean conscientes de ello, como atestigua la investigadora de la Universidad de Alicante Victoria Guillén. "No basta con conocer el idioma". A veces, incluso dominarlo demasiado puede ser un impedimento porque se cae en el error de "enrollarse demasiado", cuando la cultura británica lo que exige es "ir al grano, ser claro y conciso", según puntualiza Pedro Pernías, del departamento de Informática y colaborador del proyecto.

Junto a otros profesionales en el Campus han patentado un videojuego con el que enseñar a los comerciales de la provincia a negociar con éxito con el mercado británico, y en el que se pone en evidencia que los tratos en el transcurso de comidas o fiestas no dan buen resultado "porque el agasajo excesivo agota al británico y le hace sentir incómodo".

Hay que elegir con esmero tanto las frases con las que uno se presenta como la forma de dirigirte a la otra parte. No es lo mismo espetar un "I want to speek to you", al estilo español, que un "May I speek to you?", puramente inglés: "La traducción directa hostiga y agrede", abunda Guillén. "La lengua inglesa refleja todos estos matices y hay que saber emplearlos", puntualiza.

Y para echar una mano a las pymes de la Comunitat Valenciana, investigadoras de Filología Inglesa, tras comprobar que la generalidad de las pequeñas y medianas empresas arrastran este déficit de competitividad, han creado el videojuego "It's a deal!", o "trato hecho".

El juego electrónico arranca con una aventura del tipo "érase una vez", inspirado en una empresa fabricante de juguetes en la zona de Castalla e Ibi, donde se constatan dificultades y barreras comunicativas para cerrar tratos comerciales en el extranjero, porque el departamento comercial domina el inglés pero no su uso para hacer negocios.

Con una trama repleta de sabotajes internos e improvisaciones se desarrollan y resuelven todas las fases y dificultades por las que atraviesa un negocio comercial hasta lograr el éxito con un hipotético empresario británico, con el que cierra el trato. A través de pruebas hay que emplear adecuadamente tanto la lengua inglesa como sus costumbres. Este modelo de comunicación intercultural se dirige a estudiantes y profesionales del comercio en inglés.

Por otra parte, Guillén ha ganado un premio con su libro "Intercultural Bussiness Communication and Simulation and Gaming Methodology"."Cuando no somos conscientes del impacto de la cultura en nuestro comportamiento, actuamos como extraños ante el que habla otro idioma, aunque lo dominemos", comenta. Guillén ha creado "un método para resolver diferencias de comportamiento que conlleva la lengua materna y que, de forma inconsciente, configura el comportamiento verbal y no verbal".