La mayor filtración de documentos secretos de la historia, los 251.287 cables o comunicaciones confidenciales entre el Departamento de Estado estadounidense con sus embajadas desvelados por "Wikileaks", también atañe al presidente de la Generalitat, Francisco Camps. EE UU vio en 2006 al jefe del Consell como "un buen candidato" para relevar a Mariano Rajoy al frente del PP en el caso de una posible "revuelta interna" del partido ante la "falta de carisma" del sucesor designado por Aznar.

Eran otros tiempos. El escándalo del caso Gürtel, la presunta trama de financiación ilegal del PP y de supuestas adjudicaciones irregulares de contratos del Consell, aún no manchaba el currículo político del líder del PP valenciano. Corría el 17 de abril de 2006 cuando el entonces embajador del Gobierno de George W. Bush, el banquero de origen cubano Eduardo Aguirre, envió un cable confidencial a Washington en el que alertaba que el PP estaba "perdiendo la batalla con el Gobierno" de Zapatero.

Aguirre alertaba al Departamento de Estado que dirigía Condoleezza Rice de que "podría haber una revuelta interna en el principal partido de la oposición" dos años después de las "dramáticas elecciones de marzo de 2004" en las que el PP perdió el Gobierno "por la gestión que hizo el Ejecutivo de Aznar de los ataques terroristas del 11-M".

El documento confidencial dibuja un PP en el que la "razón clave" de que no sea capaz de capitalizar el declive del PSOE en las encuestas es su "cúpula directiva, con personalidades que van desde la mediocridad hasta lo radioactivo" y "muy ligadas a Aznar". El embajador acusa al "siempre presente" ex presidente Aznar de poner constantemente en dificultades el liderazgo de Rajoy, de quien dice que aunque "está considerado como un líder inteligente y competente" se le critica que no sea "especialmente carismático".

El cable incide en que Aznar proyecta "su alargada sombra sobre todo lo que pasa en el partido" y que "en cada oportunidad, aprovecha su pasada influencia (incluyendo su acceso a funcionarios de alto nivel del Gobierno de EE UU) para interferir en el discurso del PP".

Zaplana, descartado por radical

Entre los posibles relevos a Rajoy se descarta al entonces portavoz del PP en el Congreso y ex presidente del Consell, Eduardo Zaplana, por "estar estrechamente identificado con el legado de Aznar" y ser "a menudo criticado por sus posturas muy conservadoras". En este punto se recuerdan sus descalificaciones en el Parlamento a la vicepresidenta Mª Teresa Fernández de la Vega por lucir indumentaria indígena en un viaje a África, lo que levantó "la indignación feminista".

Entre las diferentes personalidades "bien posicionadas" en el caso de una "revolución interna" en el PP, además de Camps, se cita al alcalde de la capital de España, Alberto Ruiz-Gallardón, y a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Los tres son presentados al Departamento de Estado como "un poco más centristas en temas sociales, sólidamente conservadores en cuestiones económicas y con tirón entre los votantes del PSOE". "Todos tienen amplia experiencia y éxito en la Administración pública", apostilla el cable.

El embajador se deshace en elogios a Camps: "A pesar de ser relativamente joven, su talla nacional ha crecido sustancialmente, por lo que parece un buen candidato para pasar a liderar el PP nacional en el caso de una importante sacudida".

De Ruiz-Gallardón explica que, a pesar de ser uno de los políticos "más valorados en las encuestas, no está en el círculo interno de su propio partido, donde es despreciado por la extrema derecha del PP". A Esperanza Aguirre se le introduce como "enemiga jurada de Gallardón", y pese "a sus lazos con la vieja guardia" aznarista, se destaca que "podría ser una buena líder de transición en un redirigido PP".

El báculo de Rajoy

No obstante el 14 mayo de 2008, dos meses después de la segunda derrota de Rajoy en las elecciones generales, la legación estadounidense en España envía otro cable confidencial a Washington con el título "Agitación dentro del PP. ¿Puede Rajoy mantenerse?".

En el texto se insiste otra vez que el líder del PP "no posee gran carisma", pero la embajada concluye: "Creemos que Rajoy debe su longevidad como líder, más que nada, a la falta de un sucesor creíble dentro de su propio partido". "Los aspirantes a desafiarle -se añade-, tales como Esperanza Aguirre, Ruiz-Gallardón o Francisco Camps tienen sus propios inconvenientes, y no gozan de la talla nacional de Rajoy". Además se informa a Rice de que Gallardón y Camps "parecen seguir siendo el apoyo de Rajoy".