La gestión del ex alcalde pedáneo del PP Esteban Cuesta en la depuradora de Pinedo ha acabado en los juzgados y con un agujero de 17 millones de euros, aunque el trabajo del anterior gerente parece ser que no le fue a la zaga, al menos en cuanto a contrataciones irregulares y transparencia. Si el anterior dirigente de Emarsa, Miguel García Bresó, ya contrató hasta 24 veces más del tope que le permitía la ley, según publicó este periódico, ahora y gracias a una acta del consejo de administración se revela que las cuentas de la empresa pública no fueron presentadas ante el registro mercantil durante seis años. Concretamente desde 1998 a 2004, cuando todos los balances fueron aprobados.

Esta irregularidad, a parte de ser una muestra total de opacidad, provoca que el registro mercantil cierre la hoja registral y expulse a la empresa infractora. De esta manera la firma queda como una "entidad muerta" y es imposible poder consultar sus cuentas públicamente, puesto que todos los años han de ser depositadas. Este problema no se solucionó hasta 2004, cuando en el consejo de administración y después la asamblea de 27 de diciembre aprobaron todos los balances pendientes.

Desde el PSPV criticaron los informes de los auditores sobre las "preocupantes inspecciones" relativas al IVA y la Seguridad Social des esos años. Las explicaciones del director financiero, Enrique Arnal, no contentaron a los socialistas que votaron a favor en el consejo de administración para aprobar las cuentas pero mostraron su disconformidad en la asamblea general de Emarsa donde presentaron un voto negativo y solo salieron adelante con los sufragios populares.

Votos en las cuentas

Por su parte, la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) afirmó que el consejo de administración de Emarsa, actualmente en liquidación, aprobó año tras año, "por unanimidad", las cuentas anuales de la sociedad, según informó la entidad en un comunicado. Como ejemplos, la Emshi citó los tres últimos ejercicios -2007, 2008 y 2009-, que "demuestran" que las cuentas se aprobaron "sin discrepancias".

Sobre estas afirmaciones, el portavoz socialista en Emarsa, Ramón Marí, negó la mayor y acusó al presidente, Enrique Crespo, de intentar confundir a la opinión pública. Para ello aportó una acta de la junta general donde el grupo socialista se opuso a la aprobación de las cuentas. "Es obligatorio por ley que los consejeros presenten la formulación de las cuentas de las sociedades anónimas, pero tal y como demuestran las actas, en la junta general es donde se aprueban, y donde el PP votó en solitario a favor", argumentó. Marí aseguró que "la realidad nunca es como la explica Crespo. No hemos sido cómplices de lo ocurrido", añadió. Marí exigió la dimisión de Crespo".