"El Gobierno ha cumplido en tiempo y forma y ahora son las Corts las que tienen que hacer el calendario y que la ley se apruebe antes del final de la legislatura". El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, trasladó ayer de esta forma a la Cámara la responsabilidad del bloqueo del proyecto de ley de custodia compartida, después de que el grupo popular haya solicitado el nombramiento de una ponencia para negociar el texto con la oposición, un pretexto para que la iniciativa no llegue a ramos de bendecir antes del final de la legislatura y decaiga. Castellano, a las preguntas de los periodistas tras la reunión sobre la reforma del Estatuto, pudo así enviar un recado a su grupo, que le ha paralizado la ley, aunque también salva la posición del Ejecutivo. Promesa electoral del PP, la no aprobación de la ley de custodia compartida pasaría ser cosa de las Corts, no del Consell.

El titular de Gobernación aseguró también que no existe, dijo, "ninguna discrepancia" en el Consell sobre el texto, ya que el anteproyecto y el proyecto "fueron aprobados por unanimidad en el Ejecutivo", en referencia al supuesto rechazo impulsado por el vicepresidente Juan Cotino. Asimismo, desautorizó al director general de Justicia y Menor, Antonio Gastaldi, quien reprochó que la ley prima el interés de los progenitores sobre el de los hijos y añadió que la regulación perjudicará a éstos. Castellano defendió que si el Gobierno valenciano "viera que ésta no es una ley para garantizar el interés superior de los menores para que no sean moneda de cambio de las desavenencias conyugales, no se hubiera hecho", igual que si se hubiera visto que hay "algún atisbo de perjuicio para el menor". El portavoz del PP, Rafael Blasco, justificó la ponencia para realizar un "ajuste" a los criterios fijados por el Consell.

Compromís no quiere dar pretextos para el bloqueo y remitió un escrito a la Mesa de las Corts para que la ley se tramite de forma urgente, igual que se hizo, a petición del grupo popular, con el proyecto de ley del Deporte.