Si los partidarios del secesionismo lingüístico necesitaban un noray al que amarrarse en la tormenta del blaverismo iniciada por Lo Rat Penat, la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV) ofreció ayer uno en forma de libro. Es el Diccionari General de la Llengua Valenciana, una obra de dos volúmenes iniciada en 1999 y coordinada por el filólogo Voro López que recoge 76.736 palabras "genuinamente valencianas", según su autor. Pero aparte del diccionario, la presentación de la obra en el Ateneo Mercantil de Valencia dejó clara la postura filológica de la RACV: negación de la unidad lingüística entre valenciano y catalán y alarmas sobre el peligro de fusión.

Según manifestó Voro López en el acto, "hoy es necesario, si queremos que el valenciano sobreviva como lengua diferente, establecer una autonomía y marcar las diferencias con el catalán para evitar la convergencia lingüística que propugna la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) y que daría paso a la asimilación y a un proceso por el cual el valenciano sería fagocitado por el catalán, ya que dicha convergencia hace del valenciano un simple dialecto del catalán".

Por eso, continuó, "este Diccionari General de la Llengua Valenciana quiere ser un paso más en esta dirección de independencia lingüística y dignificación de la genuina lengua valenciana. Y en vez de marginar o dejar para registros informales las genuinas formas valencianas, lo que hace es elevar a categoría de norma todas aquellas características lingüísticas propias y diferenciadas que tiene el valenciano dentro de su diasistema [lingüístico] y del conjunto de las lenguas románicas".

El fantasma catalán sobrevoló el Ateneo en repetidas ocasiones. Como cuando Juan Lladró, empresario y decano honorario de la RACV, alertó de unas supuestas intenciones ocultas del pueblo catalán. "El Siglo de Oro [literario] lo tenemos nosotros. Y mezclándolas [las lenguas], [los catalanes] acabarán teniendo un Siglo de Oro que no les pertenece para nada", dijo.

Vicente Calatayud, secretario de la sección lingüística de la RACV, lamentó que "por desgracia, este pueblo nuestro ha perdido demasiado tiempo discutiendo, en castellano, el nombre, y nada más". Pero aun así, Voro López quiso insistir en la cuestión. "Desde los orígenes del Regne de València -dijo-, nunca se le ha dado a la lengua valenciana el nombre de catalán. Ha recibido muchas denominaciones: romanç, vulgar, vulgar llengua materna valenciana, vulgar llengua valenciana, idiomate valentino, llengua plana valenciana, valentina lingua, vulgar valenciana, valentín, lingua vulgare valentina, vulgar valencià, idioma valencià, valencià, o, la más repetida, llengua valenciana". Pero nunca catalán, dijo, como acepta de forma indirecta la AVL. Y como el Estatut lo denomina "idioma valencià", ninguna ley inferior o institución [léase AVL] puede dar oficialmente un nombre diferente a la lengua de los valencianos", aseveró.