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La estructura del nuevo hospital La Fe ya ha empezado a dar quebraderos de cabeza.

Antes de ser inaugurado, los obreros tendrán que derribar la fachada de la planta baja del servicio de Radiodiagnóstico para introducir a través del enorme agujero resultante el aparato de Resonancia Magnética, que no puede ser trasladado por los pasillos y dependencias interiores porque el forjado del edificio no soporta las diez toneladas de peso de cada máquina, según confirmó a Levante-EMV la Conselleria de Sanidad.

En la maniobra de la instalación intervendrán diferentes grúas que se encargarán de alzar y depositar el aparato de Resonancia en el suelo. Los técnicos tendrán que colocar también un complejo sistema de apantallamiento realizado con unas planchas especiales para neutralizar el efecto del campo magnético que generan los utensilios metálicos de la cocina sobre los imanes del aparato de resonancia, al estar situados en una distancia próxima. La cocina se encuentra en el semisótano, debajo de la sala de Radiodiología

El traslado requerirá además la instalación de un sistema de refrigeración para proteger la actividad de los imanes mientras el aparato esté en movimiento.

La instalación de la Resonancia Magnética supondrá también apuntalar el recorrido de la planta baja por donde se desplazará el equipo hasta llegar a su emplazamiento definitivo, según informaron a este periódico fuentes de la empresa Eresa que indicaron que el forjado de la sala donde se asentará el aparato se ha reforzado para que pueda aguantar el peso.

El traslado empezó esta semana

Este operativo que ya se ha puesto en marcha esta semana con la instalación del primer equipo de Resonancia Magnética para asistencia infantil, se repetirá en el traslado de cada uno de los cinco aparatos que se colocaron en el nuevo hospital. El traslado de estos cinco equipos comenzará en enero.

En la operación de traslado de la Resonancia Infantil se ha tenido que derribar la sala contigua -donde iba un ecógrafo-porque la máquina no cabía en el espacio reservado para el equipo.

Parece ser que la empresa Eresa, que ganó el concurso de Resonancia Magnética del departamento de La Fe, no fue consultada por el equipo de ingeniería que redactó el proyecto del nuevo hospital y la posterior distribución de espacios, lo que explica que la sala donde iba el primer equipo se quedara pequeña.

Fuentes de Eresa señalaron que romper la fachada de un hospital para instalar una Resonancia es algo habitual, así como la colocación de pantallas para proteger los imanes del efecto de los campos magnéticos de objetos metálicos que puedan originarse en las inmediaciones, como sería el paso de camiones, que ya se hizo en el hospital Clínico de Valencia.

El imán del equipo recorrerá 6 m. sobre una plataforma

La Conselleria de Sanidad informó ayer que para introducir el equipo de Resonancia Magnética en el servicio de Radiodiagnóstico del nuevo hospital La Fe no hay que romper el techo, sino desmontar las placas del falso techo y luego volver a montarlas. La grúa entra por un patio exterior, no entra en el interior del edificio para depositar el imán de la resonancia en una plataforma que se utiliza para desplazarlo hasta el lugar exacto donde hay que ubicarlo.

El recorrido que hace el imán sobre la plafatorma no supera los seis metros. Ese imán tiene un diámetro de 2,10 metros, según indicó Eresa. levante-emv valencia