El Consejo de Ministros aprobó ayer los permisos de investigación de hidrocarburos denominados Albufera, Benifayó y Gandia y Alta Mar 1 y 2 (en el golfo de Valencia) pese a la oposición del Gobierno valenciano, del Partido Popular y del Ayuntamiento de Valencia.

El Consejo de Ministros autorizó ayer las investigaciones petrolíferas sobre una amplia zona marítima situada frente al litoral de Valencia y Castelló que suma más de medio millón de hectáreas pese a la oposición del PP y de las organizaciones ecologistas.

Según el comunicado hecho público por el Gobierno, las actividades de prospección de hidrocarburos "tienen un interés estratégico y económico evidente para un país que, como España, depende en más de un 99,5 por 100 en las importaciones de gas y petróleo".

"En consecuencia-añade la nota- siempre que se respeten los requisitos legales, técnicos y medioambientales, es aconsejable fomentar la prospección de nuestros recursos naturales de una manera sostenible, ya que sus buenos resultados contribuyen a aumentar la riqueza del país y, por lo tanto, de los españoles, y refuerzan la seguridad del suministro".

El Gobierno socialista ha aplazado desde el 19 de agosto de 2006 una decisión sobre la solicitud de Medoil PLC para explorar tres cuadrículas marinas que suman 238.140 hectáreas situadas en el golfo de Valencia y cuyo límite más próximo a la costa se encuentra a 5 kilómetros del faro de Cullera y a unos 15 de la playa de El Saler.

Posteriormente, el 20 de septiembre de 2008, Capricorn Spain, empresa que absorbió Medoil, solicitó dos nuevos permisos llamados Altamar 1 y 2, que suman 158.760 hectáreas y que se sitúan al norte de los anteriores y a unos 25 kilómetros al sur de las Columbretes.

Portavoces de la multinacional aseguraron en su día a Levante-EMV que existen indicios más que suficientes sobre la presencia de petróleo en la costa valenciana que justifican una investigación. Según las fuentes, el interés no ha decaído y el elevado precio del barril de petróleo lo acrecenta.

El Gobierno recordó ayer que los permisos de investigación de hidrocarburos confieren a su titular el derecho en exclusiva para investigar la existencia de hidrocarburos en el área otorgada, pero no suponen una autorización automática de ningún tipo de trabajo; "es decir, un permiso de investigación no es un permiso de explotación de los potenciales yacimientos", asegura en su nota.

Tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado, Capricorn Spain iniciaría los trabajos de recopilación de toda la información existente, que incluye miles de kilómetros de líneas sísmicas y de unos diez sondeos realizados en el área, además de otra información técnica. Tras este primer paso, su estudio empezará rápidamente. En los dos primeros años se realizarán todos los programas de protección del medio ambiente, los cuales deberán ser aprobados por las autoridades competentes. Una vez obtenidos todos los permisos se llevarán a cabo los trabajos marinos (sísmica y sondeos).