Si hay una empresa pública que representa con precisión el deterioro económico de la Generalitat Valenciana esa es Ciegsa, la firma encargada de organizar, contratar y gestionar el proceso de construcción y la adecuación de los centros educativos dependientes de la administración autonómica. Al cierre de 2009, la deuda a corto y largo plazo de Ciegsa superaba los 2.045 millones de euros, según el informe de la Sindicatura de Comptes de 2009.

Sin embargo, la deuda que reconoce la Generalitat -su accionista único- por el encargo de la construcción de centros escolares es de 1.039 millones de euros. Así lo denuncia la diputada socialista en las Corts, Ana Noguera, a partir de la auditoría pública; una situación que le lleva a apuntar a que existe "una deuda fantasma de más de mil millones", la diferencia entre el agujero de la empresa pública y los 1.039 millones que le reconoce la Conselleria de Educación como deuda por el encargo de la construcción de colegios.

En este sentido, la parlamentaria exige a la conselleria que explique "en calidad de qué se ha generado esa deuda flotante y por qué la Generalitat no la ha comprometido en su informe a la sindicatura".

Según el informe del auditor público, la inversión realizada en 2009 asciende a 269 millones de euros, de los que 27 millones se destinaron a inversión en equipamiento y 242 millones a infraestructuras educativas. La inversión acumulada de Ciegsa desde su creación en el año 2000 asciende a 1.958 millones, que se han materializado en 183 institutos y 255 centros de Primaria. En 2009 Ciegsa afrontó 101 actuaciones.

El informe de la Sindicatura analiza algunas de las últimas actuaciones. Y en ellas se detecta un importante desfase en el coste más allá del importe fijado en el contrato de la obra. Sólo en las 16 actuaciones inspeccionadas en 2009 (siete institutos y nueve colegios) Ciegsa asumió 18,4 millones en incrementos producidos respecto al coste previsto de la obra ('modificaciones', lo llaman).

Según señala el Síndic, estos incrementos del coste de adjudicación inicial se debe al incremento de unidades de obra, proyectos complementarios, liquidación de obra o revisiones de precios. En este sentido, desde el PSPV reconocieron que "toda obra tiene un porcentaje de modificados, pero que algunos centros tengan incrementos del 50% ó del 60% no tiene sentido. ¿Es que Ciegsa no sabe presupuestar un colegio a estas alturas?".

En este sentido, existen desfases notables, como el del IES Camí Llombai, de Burriana, que tenía un importe de contrato de 7.050.000 euros y sufrió un incremento de 3,3 millones. O el Colegio Público Paternina, de Calpe, que tenía una previsión de 3,6 millones y se fue hasta los 6 por las modificaciones.

A estos gastos imprevistos en la ejecución de los proyectos, se añade además un último concepto que encarece todavía más el precio por cada obra: los sobrecostes -"principales costes imputados al centro necesarios para su construcción, al margen del coste de las obras"-. Un apartado que en los 16 centros educativos revisados para el informe de 2009 alcanzó los 10 millones.

Casi cuatro millones en gasto de personal

Al margen de la situación financiera y del desfase en la ejecución de las obras, la diputada socialista Ana Noguera criticó el elevado coste en gastos de personal que sostiene la empresa pública Ciegsa, que en 2009 alcanzó prácticamente los 4 millones de euros. "El objetivo social de Ciegsa es prepararlo todo para los concursos. Lo contrata todo: asesoría, redacción de proyectos, dirección de obras... Y sin embargo tiene más gasto en personal que cualquier área educativa, salvo Primaria, Secundaria y la dirección general", apuntó.

Conviene destacar, finalmente, el mantenimiento de la Conselleria de Educación en el uso de barracones. Entre la educación Primaria y la Secundaria, la empresa pública se gastó 15,7 millones de euros en el "montaje y alquiler de aulas prefabricadas"los barracones.