Apenas había transcurrido algo más de una década desde la Guerra Civil y antes de la auténtica "fiebre del oro" que se desató en los setenta en el litoral valenciano, las máquinas que exploraron el mítico- por único durante muchos años- yacimiento de Ayoluengo, en Burgos, ya vagaban por la Comunitat Valenciana buscando petróleo.

Al margen de la intensa historia que se ha vivido-todavía se vive- en el mar, con casi un centenar de perforaciones, los rastreadores del "oro negro" se encuentran en la Comunitat Valenciana desde 1951 buscando petróleo desde el Maestrazgo hasta el límite de Murcia e incluso perforando en busca del negro elixir que todavía mueve el mundo a las puertas de Valencia, en la Sierra Perenxisa, entre Chiva y Torrent).

Según el registro histórico del Ministerio de Industria, el primer sondeo realizado en la Comunitat Valenciana buscando petróleo data del 24 de octubre de 1950, cuando Ciepsa abordó una perforación denominada "La Marina" en el término municipal de Alicante. La máquina llegó hasta 1.610 metros de profundidad y abandonó, aunque no tardaría en volver.

De hecho, en 1951, tres meses después, la misma empresa aparece en el municipio de Rojales perforando un segundo pozo que se quedó a 1.582 metros de la superficie.

En 1963, el Instituto Nacional de Industria (INI), creado unos años antes por el régimen franquista, mandaba sus máquinas a Cinctorres. El pozo "Bobalar-1" se perforó durante tres meses y alcanzó los 1.860 metros de profundidad. Muy cerca de allí se abría más tarde el sondeo "Bobalar-II" que llegó a 2.591 metros de profundidad sin resultado aparente.

El espectáculo llega a Xeraco

En 1964 el petróleo manaba por primera vez en España en el pozo de Ayoluengo (Burgos), todavía activo. El 13 de junio de 1965, un año después, las máquinas protagonistas del patriótico hallazgo se encontraban en Xeraco, en la Safor.

Levante-EMV se hacía eco de la noticia.El corresponsal, Enrique Lloret,insistía en su crónica: "Es el mismo equipo que ýalumbróý petróleo en Ayoluengo".

"La expectación en el pueblo es enorme. En las tertulias, el tema obligado es el petróleo. Dios quiera que el éxito corone esta gigantesca empresa...", afirmaba el periodista. El sondeo se mantuvo tres meses y llegó a 1.933 metros de profundidad sin resultados, para decepción de las autoridades locales y del régimen.

Apenas un año después, la operadora Enpasa, protagonista del éxito de Ayoluengo, volvía a apenas 14 kilómetros de Valencia. Un campo de naranjos junto a un pequeño barranco de Chiva esconde los restos del sondeo "Perenchiza-1", a los pies de la sierra del mismo nombre y no muy lejos de la A-7 y la A-3. Se perforaron 2.355 metros entre junio y septiembre de 1966. Sin resultado.

En 1967 las máquinas del INI se encontraban en San Miguel de Salinas (805 metros), en la raya de la Comunitat Valenciana y Murcia, donde se realizó un nuevo sondeo años más tarde, en 1970, que profundizó hasta 1.134 metros. Desde allí a Benejúzar, en 1968, y con 1.648 metros perforados.

En 1970 las máquinas estaban junto al parque natural de la Mata perforando 829 metros.

A partir de esta fecha la fiebre remite y hay que esperar a enero de 1975 para ver las máquinas del estado perforando en Santa Magdalena de Pulpis el sondeo "Salsadella-1", de 1.073 metros.

En el año 1977 era Campsa quien abría pozo en San Mateo. Las máquinas bajaron hasta los 2.948 metros buscando la famosa formación de Ascla, que toma su nombre de un pequeño paraje del Maestrazgo y a la que los expertos comparan, por su potencial, con el Mar del Norte. La búsqueda continuaría unos meses después en Mosqueruela, ya en Teruel, con el nombre de "Maestrazgo-2".

El último intento, hasta ahora, se produjo en el sur, al oeste de Alicante, aunque por unos kilómetros en la provincia de Murcia. Repsol batió el récord perforando en 1989 por encima de los 4.000 metros.

Los expertos creen que no ha sido el último intento. Las máquinas volverán y la Generalitat, competente en las perforaciones en tierra, tendrá que pronunciarse sin un Gobierno al que oponerse...

"Valencia Gulf" es uno de los campos más conocidos del mundo

Aunque la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia renieguen ahora de la búsqueda de hidrocarburos, la palabra petróleo en España se escribe con "V" de Valencia. En la literatura científica internacional asociada a la exploración petrolífera nadie habla del Delta del Ebro y su plataforma marina, sino del "Golfo de Valencia" o "Valencia Gulf", un espacio abierto donde se han curtido decenas de geólogos que hoy buscan petróleo por todo el mundo y que recogen en sus currículos con orgullo su paso por estas tierras o mares. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tiene razón: nunca se encontró petróleo, al menos en tierra, aunque sí en el mar: el pozo donde ahora se construye el almacén de gas "Castor", frente a Vinarós y con el beneplácito de la Generalitat, dio muchos barriles de petróleo a España. En su interior se estima que todavía quedan 15.000 barriles de crudo.