Desde el minuto uno en el que el exministro socialista Antoni Asunción desveló sus intenciones de disputar unas primarias al líder del PSPV, Jorge Alarte, por la candidatura a la presidencia de la Generalitat, en la cuarta planta de Blanqueries se habló extraoficialmente de la existencia de la "mano negra" del PP. Las buenas relaciones que el exministro mantiene desde hace años con algunos dirigentes de la derecha valenciana y la sorpresa que el anuncio causó entre los hasta entonces más cercanos colaboradores de Asunción abonaban una teoría que ahora, con el exministro suspendido cautelarmente de militancia, la dirección del PSPV ha decidido airear.

En el periodo transcurrido desde aquel día -la noticia fue avanzada en exclusiva por Levante-EMV el pasado 1 de septiembre- hasta ayer, la dirección socialista sostiene haber recopilado las pruebas que evidenciarían la existencia de una operación que, según fuentes del gabinete de Jorge Alarte, iba a culminar con el anuncio del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, de que en su próximo gobierno haría conseller al exministro socialista. La maniobra, que las fuentes oficiales del PSPV, atribuyen a destacados dirigentes del PP, entre ellos al conseller de Solidaridad y Ciudadanía, el exsocialista Rafael Blasco, habría quedado abortada con la decisión de Ferraz de retirar el carné a Asunción por denunciar la existencia de un "pucherazo" en el proceso de primarias y llevar al PSPV a los tribunales.

La denuncia del PSPV se produce 24 horas después de que quien durante años fue un referente en el socialismo valenciano -ocupó varios cargos de relevancia entre ellos la presidencia de la Diputación de Valencia- respondiera a la decisión del comité de derechos y garantías del PSOE con gruesas descalificaciones hacia el partido de Zapatero.

Asunción, en declaraciones a este diario, aseguró sentirse víctima de una "purga estalinista" y proclamó su intención de luchar desde fuera "contra la involución democrática del PSOE". El ex ministro sostiene que su expulsión temporal del partido está relacionada con la demanda que presentó por las primarias ante un juzgado de Valencia, que ha sido admitida a trámite. En su opinión, el juez, de darle la razón, podría ordenar que se repitiera el proceso de elección de candidatos. Su expulsión, concluye, estaría encaminada a impedir que estuviera en la carrera.

En Blanqueries, sin embargo, no sólo se niega la mayor -están convencidos de que la demanda carece de recorrido-, sino que además mantienen que toda la "operación Asunción" responde a un guión escrito de antemano por el PP. Así, fuentes del gabinete de Alarte aseguran que el PP, en concreto Blasco, propuso a Asunción en una reunión celebrada a principios de agosto que optara a las primarias con la promesa de que el presidente, semanas antes de las elecciones, anunciaría su fichaje para el próximo Consell. En el PSPV vinculan esta maniobra a la crítica situación en la que se hallaba entonces la firma Acuigroup Mare Mar, SL de la que Asunción era accionista y consejero delegado. Según Blanqueries, que ha vuelto a poner en circulación este asunto por segunda vez en los últimos meses, la empresa tenía en 2009 deudas por 32 millones, más de la mitad con vencimiento a corto plazo.

El grueso de los préstamos se concentraba en Bancaja y Banco de Valencia. El PSPV está convencido de que la entidad financiera presidida por el expresidente del Consell, José Luis Olivas, "salvó" a Asunción al transformar en acciones los préstamos participativos concedidos a una mercantil "ruinosa". Los socialistas, apoyándose en sus informes, mantienen que sin esta operación bancaria Asunción se habría visto en una situación muy complicada ya que, en caso de impago, los socios debían responder con su patrimonio. Por lo tanto, concluyen, tras la arriesgada operación de las entidades financieras bajo órbita popular, Asunción debía un favor. Recuerdan también que el Consell de Camps otorgó a la mercantil de Asunción 2,9 millones en subvenciones en 2008.

En este contexto, se fraguó toda una estrategia para desestabilizar al PSPV, y en la que, conscientes de la dificultad de que Asunción reuniera los avales suficientes para batirse en las primarias, se incluía que denunciara un supuesto pucherazo. Blanqueries mantiene que la dirección federal del PSOE era conocedora de esta situación y las críticas de Asunción al partido fueron el detonante de su suspensión.

"Que recurra si se siente injustamente tratado"

El expresidente del Gobierno Felipe González señaló ayer que si el exministro de Interior "se siente injustamente tratado por el expediente, está en sus manos" recurrir a los tribunales. "Me parece bien", apostilló. González declaró que no ha visto el expediente disciplinario, pero "imagino que si se ha abierto es que tiene las bases para abrirlo". Opinó que aunque "es normal que quien pierde en una contienda se sienta herido, las acusaciones de pucherazo son palabras mayores". "En este partido hay menos costumbre de aceptar ese tipo de procedimientos, aunque no soy partidario de esa desagregación", apuntó. Y añadio que Asunción tiene vías para recurrir el expediente.