La Fiscalía de Menores de Valencia denunció en 2010 a 123 padres por permitir que sus hijos no vayan al colegio. Los acusados se enfrentan a penas de entre tres y seis meses de prisión por un delito de abandono de familia. Los fiscales valencianos iniciaron hace dos años un programa para combatir el absentismo escolar en el que han sido investigados más de doscientos padres. El plan tiene una especial incidencia en los municipios de l'Horta Sud.

Fuentes de la Fiscalía explicaron que en 2010 se abrieron 132 diligencias de investigación, que culminaron con las 123 denuncias ante los juzgados de Instrucción. Las denuncias son contra los padres o cuidadores que han consentido que los menores que están a su cargo de entre 6 y 16 años no acudan a los centros escolares. Los fiscales han detectado casos de progenitores que ni siquiera habían matriculado a sus hijos.

La Fiscalía anunció ayer que va a incrementar su colaboración con los servicios sociales municipales para prevenir el absentismo escolar. Susana Gisbert, portavoz de la Fiscalía, insistió en que la formación de los menores a través del sistema educativo "es un pilar fundamental en la prevención de la delincuencia juvenil".

Los representantes del Ministerio Público han comprobado que ha descendido el nivel de absentismo desde que pusieron en marcha el programa para combatirlo. Los fiscales actúan cuando los menores, que por ley están obligados a asistir al colegio hasta los 16 años, faltan a más del veinte por ciento de las clases. Hasta la puesta en marcha del protocolo, los servicios sociales de los ayuntamientos valencianos tardaban hasta dos años en comunicar los casos de absentismo a los juzgados de Menores.