Lejos queda todavía el mes de marzo, pero junto a la puerta de la Catedral de Valencia dos falleros lucían ayer sus vestimentas e indumentaria típica valenciana. Su objetivo es captar la atención de los viandantes, sobre todo de los turistas. Sin duda, lo logran. Para un italiano, inglés o alemán la curiosidad que despierta el traje típico valenciano es decididamente pagable y evidente, hasta el punto de mostrar las enaguas y "el bolsillo secreto" a una turista inglesa en el primer día de trabajo.

De jueves a domingo y por la mañana, Alfredo Martínez, propietario de un despacho de delineantes y arquitectos con poco trabajo por la crisis, y su hermana Francis Martínez, trabajadora de una escuela infantil, se acercan a la plaza de la Reina y bajo el Micalet y con la puerta barroca de la Catedral a sus espaldas ofrecen su imagen a los turistas que lo deseen por tan sólo dos euros.

La iniciativa surgió cuando Francis acudió el año pasado a la ofrenda marinera de Valencia. Muchos turistas que paseaban por la playa en aquel momento se acercaron para hacerse fotos con ella, atraídos por los tonos brillantes de la seda blanca de su traje de fallera mayor de la comisión de Escalante. "Muchos turistas sólo pueden conocer la indumentaria tradicional durante el mes de marzo, si coincide su estancia con la celebración de las Fallas" explica Francis. Los hermanos Martínez quisieron poner remedio a esto, buscando de paso una original forma de ganarse un sueldo extra en época de crisis.

A la romana

Por otro lado, esta pareja valenciana observó que la idea cuajaba a la perfección en una de las ciudades más turísticas de Europa, Roma. Y es que en la ciudad eterna, empleados del ayuntamiento se disfrazan con su particular uniforme de legionarios y se fotografían con los turistas junto al Coliseo a cambio de la voluntad.

Muchos meses de trabajo están detrás de este proyecto. Tuvieron reuniones con representantes de la Concejalía de Fiestas, así como con la de Turismo. Realizaron estudios de mercado y encuestas de calle para sondear la aceptación de esta idea. El proyecto parece entusiasmar a más de uno, y ya han recibido ofertas de empresas turísticas de la ciudad para incluirlos como guinda final a sus recorridos culturales por el centro de la ciudad. Las perspectivas de éxito de este original proyecto están garantizadas, ya que hasta el ayuntamiento les ha prometido ejercer como representantes de la fiesta más típica e internacional de la ciudad en recepciones diplomáticas y ferias turísticas.