La Comunitat Valenciana ha dejado de ser "El Dorado" para la inmigración extranjera, al menos de carácter laboral, pues una de cada cinco personas que han perdido su trabajo en esta autonomía durante los dos últimos años de crisis económica son extranjeros. Esta es una de las principales conclusiones de la Radiografía de la Inmigración en la C. Valenciana que acaba de publicar el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).

El estudio, dirigido por Isidro Antuñano, profesor de Economía Aplicada de la Universitat de València, destaca que el desempleo afectaba en el tercer trimestre de 2010 a uno de cada tres extranjeros en la C. Valenciana. Esta tasa del 33,32% de la población activa foránea en paro -179.700 personas de un total 539.400- es la tercera más alta de España, solo superada por Murcia (36,79%) y Andalucía (35,62%). El azote del desempleo, según el informe, "es particularmente elevado" entre el colectivo marroquí y argelino, donde afecta a más de la mitad de la población activa, al 57% y al 53% respectivamente, y también entre los ecuatorianos, donde el 45% no tiene trabajo. Hay que recordar que estas colonias son, por el mismo orden, la tercera, la decimotercera y la cuarta más importantes de la Comunitat Valenciana y suman en total casi 140.000 personas, uno de cada seis inmigrantes extranjeros.

Un tercio trabajaba en la obra

El hecho de que el paro entre los extranjeros residentes en la Comunitat supere en más de 10 puntos porcentuales la tasa de desempleo valenciana obedece, según el análisis del IVIE, a que casi uno de cada tres inmigrantes trabajaba en abril de 2007 en la construcción, uno de los sectores que más empleo ha destruido debido a la crisis.

El declive económico valenciano ha desencadenado que entre 2008 y 2010 la población foránea de la región creciera en 37.300 personas, casi cinco veces menos que el aumento de 179.200 inmigrantes que se dio durante los dos años anteriores al estallido de la crisis.