Miguel A. C., segundo detenido por el incendio de la casa de la alcaldesa de Turís, aseguró ayer que el presunto autor del incendio, Francisco Javier C., "está loco". Miguel, que recibió en pijama a Levante-EMV en la cocina de su casa, explicó que la Guardia Civil lo detuvo el viernes por la tarde después de que el primer arrestado dijera que él era el inductor.

"Yo me negué a responder en el cuartel de la Guardia Civil y a las ocho de la mañana del sábado me llevaron al juzgado de Requena. Allí me preguntó el juez si yo era el inductor y le dije que no. También quería saber si vi cómo le pegaron fuego a la casa de la alcaldesa y también respondí que no".

El auto dictado por el juzgado de Instrucción número cuatro de Requena precisa que Miguel A. C. está en libertad con cargos y sin fianza por un delito de incendio y otro de atentado a la autoridad. El acusado tiene la obligación de presentarse cada quince días en el juzgado.

Miguel A. C., de 26 años, tiene toda la cara tatuada. "Ahora se creen que soy un terrorista. La alcaldesa tiene muchos enemigos. Me echan las culpas a mí porque llevo tatuajes. No es la primera vez que me pasa", asegura.

La Policía Local de Turís detuvo a Francisco Javier C. pocos minutos después de que supuestamente provocara el incendio en la casa de la alcaldesa, que se encuentra a menos de treinta metros del retén policial. Todo sucedió a las 2.30 horas de la madrugada del viernes. En ese momento, dos agentes que se encontraban en el retén se disponían a realizar la ronda y vieron un enorme resplandor. Los dos agentes corrieron hacia allí y descubrieron al sospechoso que huía de la zona incendiada tras arrojar dos bidones.

Uno de los policías emprendió la persecución tras el sospechoso mientras que el otro volvió al retén para coger un extintor y apagar el fuego. El segundo policía logró detener a Francisco Javier C. a un kilómetro de distancia.

El fuego llegó a colarse en la vivienda porque el acusado vertió gasolina en el interior por la rendija de la puerta. El marido de la alcaldesa logró apagar el fuego con una alfombra.

El padre de Francisco Javier manifestó ayer a este periódico que su hijo está "muy arrepentido de lo que ha hecho". La declaración ante la Guardia Civil del detenido llevó horas después al arresto de Miguel C. Los dos quedaron en libertad con cargos tras pasar una noche en los calabozos y ser interrogados por el juez en el juzgado de guardia de Requena.

"Ni siquiera me hablo con él"

Miguel C., que salió hace pocos meses de prisión, insistió ayer en que Francisco Javier "tiene problemas de esquizofrenia. Yo no le dije que le prendiera fuego a la casa de la alcaldesa. Ni siquiera me hablo con él a pesar de que vive aquí al lado".

Miguel C. admitió que había sido detenido por "historias de drogas" y por pegarle un tiro en la pierna a un chico. "Salió en el periódico. Le disparé a un chaval cuando jugaba con él", indicó.