"En principio, todo es falso; yo soy un afectado de alguien que ha suplantado mi identidad y la de otra persona (un miembro del tribunal con el que supuestamente intercambió correos sobre el contenido del examen), lo que entiendo que es un delito".

Así se expresó el titulado superior del Instituto de Física Corpuscular (IFIC) de Valencia a quien se le acusa, de forma anónima, de haber elaborado el temario del concurso-oposición que ganó en connivencia con uno de los miembros del tribunal que le examinó, que también trabaja en la misma institución académica, circunstancias que son objeto de una investigación reservada por parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que es uno de los organismos de los que depende el IFIC, una entidad mixta en la que también participa la Universitat de València. El profesor denunciado reconoció que efectivamente había ganado la oposición en 2008 y rechazó la acusación que se le atribuye.

"Yo no preparé el temario, lo pone el CSIC, de hecho la oposición de este año se ha convocado con los mismos temas", agregó. "Yo creo que esto lo ha hecho alguien que no está de acuerdo con el resultado, pero yo no puedo hacer nada", declaró tras conocerse la noticia.

"Tomar las medidas oportunas"

El empleado del Instituto de Física Corpuscular a quien se le acusa de haber preparado el temario expresó que los correos que le atribuyen que mantuvo con un miembro del tribunal de la prueba que trabaja en el mismo instituto "son falsos".

"Tomaré las medidas oportunas -agregó- pero primero quiero consultar con la dirección del centro y con el CSIC para ver qué se puede hacer".

El titulado superior cuestionado indicó que este año se han presentado al concurso-oposición candidatos que también optaron a la plaza cuando él se presentó y ganó la prueba, en la convocatoria de 2008.

De hecho, entre los miembros del tribunal que examina a los candidatos que este año aspiran a una plaza en el Instituto de Física Corpuscular figura la misma persona que supuestamente hace dos años intercambió correos con el opositor que aprobó.

Este mismo, expresaba en uno de sus escritos a su superior y examinante su agradecimiento por la confianza que había depositado en él.

Por su parte, el miembro del tribunal le instaba a que guardara los correos en un sitio seguro y que posteriormente los borrara y también le decía que dejara el tema en sus manos "para no levantar la liebre".