La Unión Europea a través del Ministerio de Medio Ambiente se ha puesto exigente con la contaminación en las ciudades. Si en septiembre de 2011 las zonas urbanas no están por debajo de los 40 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire recibirán duras sanciones. Los ayuntamientos han empezado a plantearse medidas para evitar las emisiones, incluso, como es el caso de Valencia, cambiando los medidores de lugar. Estas reubicaciones realizadas desde 2007 ha permitido a la capital del Turia bajar del peligroso umbral que marca la directiva 2008/50 de la UE. Según han explicado desde el Ayuntamiento de Valencia en varias ocasiones, esta reubicación de los medidores, que han pasado de estar en el centro urbano a situarse en jardines como el de la Universitat Politècnica o el Parque de Cabecera, responden "a adecuarse a la expansión experimentada por Valencia en los últimos años".

En ese sentido se pronunció también el Ministerio de Medio Ambiente. Pese a no haber recibido los datos de la capital del Turia, aseguran que los cambios de estaciones a jardines "pueden estar justificados para adaptarse a la normativa o para contabilizar mejor los espacios de la ciudad".

La realidad es que los cambios, según justifican las cifras, han mejorado los números de la ciudad respecto a contaminación. El medidor de la calle Linares en 2007 llegaba a registrar de media anual 63 mg/m3 de NO2, más de un 50% de lo permitido por la UE. Con su nuevo emplazamiento junto al Cementerio General marcó 43 mg/m3 de media en 2010, según datos de la Conselleria de Medio Ambiente.

El medidor de Nuevo Centro registró en 2007 54 mg/m3, mientras que en su nueva ubicación en el Molí del Sol, Parque de Cabecera, se quedó en 30. El medidor de la Politécnica, que antes estaba en la Avenida de Aragón, también registró el pasado año 30 mg/m3. El de nueva ubicación, en la Avenida de Francia, también cumplió la normativa europea con 33 microgramos de media en 2010, así como el de Viveros, con 29. El de la Pista de Silla, que ha mantenido su emplazamiento registró 57 mg/m3 en 2007 y 45 en 2010, en ambos años por encima de la ley.

En este sentido, tanto Ecologistas en Acción como partidos de la oposición (PSPV, EUPV y Compromís) han tachado de fraude estas cifras porque las nuevas ubicaciones son en parques, "algo censurado por la normativa, ya que exige que estén a menos de 10 metros de una acera".