Menos de una hora duró ayer la operación realizada a la niña alcireña Olaya Moscardó por parte del cirujano Pedro Cavadas para dotarla de una pinza básica en su mano derecha, en la que ha sufrido la amputación de los dedos a causa de la meningitis. Fue una intervención corta si se la compara con la anterior, que duró seis horas y media, pero para su madre, Purificación Cortabarra, fue "la más larga". "Hasta ahora las operaciones eran para luchar contra la meningitis, eran para bien dentro del mal, pero esta era más accesoria", explicaba la madre el martes a Levante-EMV. Confesaba, entonces, que estaba "muy nerviosa" y que sentía "pánico": "Ha entrado tantas veces al quirófano que tengo miedo de que esta pueda ir mal".

Sus temores, sin embargo, se desvanecieron ayer a las 9.55 horas, cuando la pequeña salió del quirófano y el doctor Cavadas les confirmó que todo había salido "muy bien". "Ahora estoy animada", comentaba. Los padres, Agustín Moscardó y Puri Cortabarra, estuvieron presentes durante la intervención, que tuvo lugar en el hospital de Manises y comenzó a las 9 horas. El anestesista les explicó antes de la operación en qué iba a consistir. El cirujano practicó un corte en la palma de la mano, a la altura de la junta entre el dedo pulgar y el índice para crear una pinza y que la niña, de sólo un año de edad, pueda coger cosas con la mano derecha.

La pequeña, que suma con esta una cuarentena de intervenciones para corregir las secuelas de la meningitis, deberá estar hasta hoy (durante 24 horas) en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Manises. Hoy está previsto que sea trasladada a planta; "y mañana nos iremos a casa", contaba ayer esperanzada la madre.

La Fundación Pedro Cavadas ha asumido la financiación de esta intervención. El doctor, jefe de Cirugía del hospital La Fe de Valencia, decidió hacerse cargo del caso tras conocer la situación de la menor a través de una carta de un familiar de la bebé. El cirujano tiene previsto proseguir con la reconstrucción de las extremidades de la pequeña. A la niña le fue amputado el antebrazo izquierdo por la mitad y los dedos de los pies. Sin embargo, estos trasplantes se producirán "dentro de unos años", según asegura Cortabarra.

La bebé se someterá en pocos días a otra nueva intervención

La pequeña Olaya deberá someterse en pocos días a una nueva intervención quirúrgica para reabrirle los agujeros de la nariz. Los orificios se han cerrado porque, según explica su madre, Purificación Cortabarra, se le ha caído el huesecito de costilla implantado en noviembre durante la reconstrucción de la nariz. "El hueso hacía que los agujeros estuvieran abiertos, pero al caerle se le han cerrado y la pobrecita no puede respirar", explicaba ayer Cortabarra. "Las dos veces que le han implantado el huesecito se le ha caído", añade la madre.

En apenas seis meses Olaya Moscardó ha pasado cuarenta veces por el quirófano. La menor fue diagnosticada de meningitis en mayo, con sólo medio año de vida. Desde entonces, la familia no ha parado de visitar a médicos y hospitales. Según indicaba la madre, ella y la bebé deben hacer viajes a diario a Valencia para que la niña asista a rehabilitación en el hospital La Fe. En octubre, el Ayuntamiento de Alzira concedió una ayuda extraordinaria a la familia a 1.200 euros que se corresponde con una prestación del departamento de Servicios Sociales de 300 euros al mes. t. j. alzira