Podía haber sido más claro pero, al final, el conseller de Educación Alejandro Font de Mora ha soltado prenda sobre el proyecto de ceder suelo a la empresa privada para edificar centros escolares concertados en barrios y localidades valencianas donde hay demanda de plazas. El titular del departamento autonómico indicó ayer, al inaugurar un instituto en Carlet, que "hay que establecer los mecanismos necesarios para seguir construyendo en un momento de crisis económica".

Estos nuevos mecanismos a los que se refería el conseller se centran en lo que desde hace unos meses se ha estado filtrando desde su departamento, y la patronal del sector, sobre una hipotética conveniencia de entregar el suelo público, con una fórmula mixta: bien por concurso a través de ayuntamientos o cedido a la conselleria para que ésta lo saque a concurso. La idea es seguir el modelo de Madrid con un canon que varía de los 4.500 euros a los 15.000. En la Comunitat Valenciana la previsión del proyecto, que "se conocerá en breve" según reitera la conselleria, es de concesiones a 75 años.

"En el Consell estamos dispuestos a imaginar cualquier mecanismo que sea posible, siempre dentro de la legalidad lógicamente, para que se continúe invirtiendo en la red educativa. Como sociedad podemos estar satisfechos de la fuerte inversión en infraestructuras, pero tenemos que seguir trabajando para continuar con esta labor. Hacen falta más centros y sigue habiendo necesidades que cubrir", indicó Font de Mora.

El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, en su reciente visita a Valencia, declaró que no es partidario de ceder terrenos para construir centros con la promesa previa de que se concierten, y subrayó que "se puede ayudar a ceder terrenos para construir centros y luego ya veremos si se conciertan o no".