La presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, Pilar de la Oliva, y el juez decano de Valencia, Pedro Viguer, ordenaron ayer la «retirada inmediata» de los carteles aparecidos en el interior de la Ciudad de la Justicia contra el periodista de Levante-EMV que destapó el fraude de los funcionarios que fichan y se marchan. Los pasquines, que califican de «espía» al redactor y reproducen una fotografía suya extraída de su perfil en la red social Facebook, empezaron a circular el pasado jueves. Tras recibir órdenes de la Conselleria de Justicia, la Guardia Civil ha venido retirándolos en los últimos días. Pero incluso ayer, cuando la presidenta del TSJ y el juez decano ordenaron al director de gestión del edificio que no quedase ningún pasquín en las instalaciones judiciales, los carteles reaparecieron en los pasillos de la Ciudad de la Justicia. «La tensión existente entre el funcionariado está dificultando la retirada de las copias. [Algunos empleados públicos] vuelven a hacer más y las vuelven a colocar», indicaron fuentes de la Conselleria de Justicia.

Según pudo saber ayer este periódico, los carteles contra el periodista circulan, al menos, desde el pasado jueves, cuando el capitán de la Guardia Civil responsable de seguridad de la Ciudad de la Justicia lo comunicó a la conselleria. La orden de retirada inmediata, reforzada ayer por el TSJ y el juez decano, ha topado con la resistencia rebelde de algunos funcionarios, molestos con la serie de informaciones reveladas acerca de sus prácticas irregulares. En concreto, que varios funcionarios acudían a primera hora a la Ciudad de la Justicia, fichaban y luego se marchaban, en algunos casos, a llevar a sus hijos al colegio y, en otros, a aparcar el coche.

«Adoptar medidas oportunas»

Frente al mutismo general de la plana mayor de la judicatura valenciana, el juez decano de Valencia, Pedro Viguer, sí que se manifestó ayer de forma rotunda. «El hecho me parece impresentable y lamentable. Yo desconocía hasta hoy [por ayer] que estuvieran colgados estos carteles, pero me parecen impresentables porque el periodista se limitó a hacer su trabajo, se denunciaron unas irregularidades y se tendrán que adoptar las medidas oportunas para subsanar estas irregularidades. Pero éste, evidentemente, no es el camino», remachó.

Pedro Viguer lamentó los hechos no sólo por lo que pudiesen tener de injuriosos o intimidatorios contra el redactor afectado, sino porque suponen, a su juicio, «un atentado contra la libertad de expresión y de información». El responsable del Decanato de los Juzgados de Valencia recalcó que hoy practicarán un seguimiento exhaustivo para comprobar si vuelven a reaparecer los carteles.

Sin papel de oficio… pero sí para fotocopias

Los funcionarios de la Ciudad de la Justicia denunciaron la semana pasada que la conselleria les había comunicado que iba a racionarles el material de oficina y temían, según recogió este diario, por la escasez de medios para trabajar que conllevaban los problemas de intendencia. Los funcionarios consultados alertaban, especialmente, sobre la carestía del papel de oficio. Por ello, sorprende ahora la facilidad con la que se han usado fotocopias y folios para distribuirlos entre los empleados públicos y colgarlos en la sede judicial con la foto del periodista y el siguiente texto: «Éste es el chico que se dedica a espiar a los funcionarios. Así sabremos todos qué aspecto tiene. Se le ve mucho por la Ciudad de la Justicia. Es Ramón Ferrando.»