El gerente de uno de los bares valencianos declarados 'insumisos' ante la ley antitabaco, Rodrigo Arroyo, ha considerado una "injusticia" el cierre del Asador Guadalmina de Marbella y ha indicado que esta actuación "le da más fuerza para seguir adelante", y que si también ordenan la clausura de su local realizará una huelga de hambre o viajará hasta la Moncloa para mostrar su disgusto.

"Iré a la Moncloa o al Ministerio y me pondré allí. Si me tengo que morir en cuatro días porque estoy delgadito, pues moriré, y si no a ver lo que pasa", ha manifestado Rodrigo, que ha señalado que los hosteleros "solo quieren trabajar".

El gerente del establecimiento ha añadido que siente "temor" desde el día que puso el cartel que permite fumar en su bar, pero no tras el cierre del asador de Marbella que, según ha afirmado, le da "más fuerza para seguir adelante".

En su opinión, el cierre del Guadalmina "es una injusticia" que "sólo ocurre en España". En este sentido, ha criticado el procedimiento que se ha llevado a cabo y que al dueño del asador no le dieran tiempo para recurrir la sanción impuesta. "Primero le ponen una multa y al día siguiente van con una orden de cierre, cuando primero tiene que recurrir esa multa", ha opinado.

Ya van dos multas

Este portavoz ha aseverado que él, que permite fumar desde el 7 de enero, no tiene ningún apercibimiento de cierre, pero sí la comunicación de dos sanciones, una leve y una grave, de 600 y 10.000 euros, respectivamente, que están recurridas, "que es lo que tiene que ser". "Lo que no puede ser es que ahora vinieran y me cerraran el establecimiento. Es que no hacemos nada malo; intentamos trabajar, nada más", señaló.

El responsable de este bar de Valencia ha considerado que la Ley antitabaco "está muy mal hecha" y que se ha puesto en funcionamiento en un período "muy malo" por la crisis. Asimismo, ha estimado que en los cinco días que prohibió fumar en su local, tal y como marca la ley, la recaudación descendió un 60 por ciento.