Las agresiones que los ocupantes de un turismo han perpetrado contra varios ciclistas a lo largo de los últimos cuatro meses han sido el asunto más comentado por los grupos de aficionados que, por miles, han salido a rodar este fin de semana; como ocurre cada sábado y domingo en las carreteras valencianas.

Desde que Levante-EMV revelara el primer caso hace justo siete días, el goteo incesante de nuevos ataques sufridos por aficionados en diferentes puntos de la geografía valenciana -pedradas o golpes con un barra siempre desde el mismo vehículo- preocupa sobremanera a las peñas y clubes ciclistas, pero también en instancias federativas. No eran casos aislados. "Es lamentable que haya gente así, ¿qué sentido tiene tirar piedras a un ciclista?", se pregunta Amadeo Olmos, presidente de la Federación de Ciclismo de la Comunitat Valenciana (FCCV). Según el dirigente, desde la federación "se están tomando medidas" para tratar de dar caza a los presuntos agresores, aunque no precisó en qué sentido. Por otro lado, la entidad, máxima autoridad ciclista en territorio valenciano, está tratando de ayudar a alguno de los agredidos -los que tienen licencia federativa- en materia de seguros y asistencia sanitaria en centros privados.

Para los clubes de aficionados, la mañana de ayer domingo sirvió para poner en común estas preocupaciones: "Hemos salido un grupo de veinte personas con un coche de apoyo. Le hemos avisado para que esté atento", comentaba a este diario José Saurí, presidente del Bici Club Valencia.

"Las autoridades deberían tomar cartas en el asunto antes de que vaya a mayores. Estamos preocupados. Tenemos a mucho gente que sale entre semana en solitario. Siempre que vemos a gente sola le aconsejamos que salga en grupo", comentaba el presidente del Bici Club. Precisamente, este veterano club de Valencia transitaba ayer por la carretera del Saler -donde se han producido ocho de los 13 ataques conocidos hasta la fecha- hasta el Mareny de San Llorens.

"Es una barbaridad"

Desde otra peña, el Club Ciclista Lo Rat Penat, su coordinador Albert Benavent mostraba su "indignación" con lo sucedido: "Es una barbaridad y hay que ponerle coto". Para los ciclistas de esta peña, que sale todos los domingos desde la plaza de toros de Valencia, existe otro temor: el efecto contagio. "Si estos graciosos terminan imponiendo esta moda... Mira lo que ocurrió con los que tiraban piedras desde los puentes a los coches".

Fernando Mafé, miembro de la asociación Valencia en Bici, se une a la censura generalizada: "Condenamos la agresión y esperamos que se detenga a los autores de esta salvajada". Pero también aporta otro elemento de debate: "En España la cultura de la bicicleta está denostada". En este sentido, este grupo de usuarios de la bicicleta -generalmente en el entorno urbano- pone como ejemplo a seguir países como Francia, Holanda o Alemania, donde "existe una cultura y respeto profundo hacia el ciclista". "Tenemos el mismo derecho a circular por las vías. Los distintos colectivos ciclistas debemos mostrar unidad", concluye.

Penas de prisión de hasta cinco años

Los hechos descritos por los ciclistas que están siendo atacados podrían tener una responsabilidad penal considerable. Casos como el del primer denunciante, al que le arrojaron una piedra que le provocó una fractura de peroné y graves secuelas, se correspondería con un delito de lesiones, que podría ser castigado con pena de prisión de dos a cinco años, atendiendo al riesgo causado (art. 148.1). Fuentes jurídicas añadieron que este tipo de ataque también podría considerarse un delito contra la seguridad vial, por la conducción con "temeridad manifiesta" que pone en "peligro la vida o la integridad de las personas"; una acción castigada con prisión de dos a cinco años (art. 381). j. l. g. valencia