El número de bosques valencianos afectados por "enfermedades y fisiopatías" ha pasado de 736 a 971 entre los años 2009 y 201o, lo que representa un incremento del 9,17%.

Este importante aumento, según un informe elaborado por la Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana, hay que atribuirlo al "soflamado del pino carrasco", la "roya del enebro", el "puntisecado del pino carrasco" y un buen número de enfermedades "sin determinar". Sin embargo, el daño más importante y común en este periodo ha sido los "severos" daños por nieve y por viento.

El problema más importante identificado es el del muérdago, detectado en 158 masas forestales -151 en Castelló y 7 en Valencia- frente a las 156 de 2009.

El estudio ha identificado los daños de abundantes insectos "perforadores", aunque destaca un dato positivo: el número de masas infestadas ha pasado de 400 en 2009 a 391, lo que representa un escaso descenso del 0,67%. Sin embargo, ha aumentado ligeramente la superficie que sufre un grado medio y alto de infestación y que representa, en la mayoría de los casos, la muerte de los pies más jóvenes y a la aparición de daños de "relevancia", al contrario de lo que ocurrió en 2009.

La procesionaria

La procesionaria del pino, "Thaumetopoea pityocampa" es, actualmente, "el mas importante defoliador" de los pinares valencianos, "constituyendo la plaga forestal más importante", según el departamento de Sanidad Forestal de la Generalitat Valenciana, que dirige Eduardo Pérez-Laorga.

Se trata, según sostiene este experto, se trata de una especie "autóctona" propia de los pinares mediterráneos. No destruye los bosques valencianos, pero sí es un insecto que a veces "produce un desequilibrio en el ecosistema, disminuyendo el crecimiento de los pinos y reduciendo su vitalidad".

De hecho, los daños producidos por este insecto "son defoliaciones que normalmente no impiden el nuevo rebrote de sus sistemas foliares. Sin embargo, cuando el ataque es severo, el árbol no consigue alcanzar su normal desarrollo, acompañándose frecuentemente de de un debilitamiento general que le deja indefenso ante enemigos oportunistas como hongos o insectos perforadores que aumentan su deterioro y, en ocasiones, pueden llegar a producir su muerte".

De las 504.402,803 hectáreas de pinar prospectadas, prácticamente el 100% tiene presencia de procesionaria, aunque con diverso grado de infestación. Un 84,50% de esta superficie tiene un bajo grado de infestación (Grado 0 ó 1) mientras que con grado medio (2 y 3) se encuentran el 13,70% de las masas. El grado más elevado (4 y 5) se corresponde con el 1,80% de los pinares inspeccionados por Medio Ambiente. Alicante se encuentra por encima de la media, con un 3,50% de superficie con infestación alta y un 17,35% de infestación media.

El grado 3 es el que más tratamiento requiere y mejores resultados ofrece, Valencia es la provincia con mayores necesidades al demandar una intervención en 5,965,43 hectáreas de las 20.151,25 has identificadas en este grado en toda la Comunitat Valenciana.

"En conjunto-añade la conselleria- el estado fitosanitario de los pinares en 2010 ha evolucionado de modo negativo en relación a la procesionaria, rompiéndose la mejoría que venía produciéndose desde el año 2008". No obstante, la conselleria relativiza estos daños y recuerda que en los 14 años en los que se ha hecho un seguimiento, siete han sido peores que 2010.