La Conselleria de Medio Ambiente ha remitido un informe al Grupo para el Estudio y la Conservación de los Espacios Naturales (Gecen) en el que admite la mortandad de aves que se esta produciendo en los parques eólicos y detalla la puesta en marcha de medidas.

Los ecologistas califican de "significativa" la mortandad experimentada en los parques eólicos de la zona 6 y expresan dudas sobre la adopción real de las disposiciones que figuraban en la Declaración de Impacto Ambiental y por ello han solicitado una actualización de los datos disponibles, que se remontan a enero de 2010.

Según un escrito remitido por la conselleria, en 2008 se produjeron tres muertes de buitre leonado mientras que en 2009 el número de víctimas se disparó a 10, con 7 buitres leonados, un córvido y un águila calzada electrocutada en la línea de evacuación. El informe remitido no incluye el mes de diciembre de 2009.

Medio Ambiente sostiene que las medidas adoptadas para reducir el impacto de los parques eólicos sobre la avifauna son las previstas en la Declaración de Impacto Ambiental y añade que se ha prestado "especial atención" a la protección de los aguiluchos cenizos que nidifican en el término de Barracas, "algunos de ellos muy próximos a los aerogeneradores".

La conselleria concluye que gracias a estas medidas preventivas, que han incluido la paralización de las obras en las proximidades de los nidos durante la época de cría, "no se han producido afecciones".

Según este escrito, la conselleria de Medio Ambiente habría instado a la empresa concesionaria a gestionar un muladar alejado de los parques eólicos y a intensificar un programa para la rápida detección y retirada de cadáveres próximos a los aerogeneradores, a fin de evitar el flujo de aves sobre los restos. Los ecologistas dicen que no se ha confirmado la puesta en marcha de este muladar.