Treinta años después, el Congreso de los Diputados hizo ayer público el informe elaborado por los entonces secretarios, con el relato de lo ocurrido durante el intento de golpe de estado el 23 de febrero de 1981. Un acta del que nadie parecía tener conocimiento y que narra, con solemnidad y estricta descripción, uno de los episodios más importantes de la historia reciente de nuestro país.

El documento de treinta y cinco páginas, además de revelar hechos como la orden del teniente coronel Tejero de disparar al más mínimo roce en caso de apagarse las luces, recoge la importante presencia de Jaime Milans del Bosch que, desde el mando de la III Región Militar con sede en Valencia, saludó el golpe de estado, llegando a ser anunciado como Presidente del Gobierno por Tejero ante el Hemiciclo.

La primera aparición de Milans del Bosch está precedida por el conocido momento en el que Adolfo Suárez intenta tomar la palabra y es aplacado al grito de "¡Se siente, coño!". Minutos después, Tejero, que entra en el hemiciclo para comunicarlo, anuncia: "El General Milans nos manda un abrazo. Ha decretado la movilización general".

Tras varios incidentes, entre los que se relata la salida del hemiciclo de Felipe González, Gutiérrez Mellado, Alfonso Guerra, Rodríguez Sahagún y Santiago Carrillo, Milans del Bosch vuelve a aparecer en escena. Es en las páginas doce y trece, donde se cuenta cómo "se acerca un Oficial de la Guardia Civil a los micrófonos y dice: "¡Un momento, señores!, se va a leer un comunicado: Mensaje del Capitán General de Valencia". Era el mensaje de Milans del Bosch, hecho llegar por radio a través del capitán Fraile. El oficial dio lectura a un despacho de Europa Press, datado en Castellón de la Plana, en el que se explicaba que "Pasadas las 7 de la tarde, la emisora de radio ýLa Voz de Castellóný ha sido tomada, así como también, ýRadio Castellóný, por personal militar". El telex con la información de la agencia de noticias también recogía el contenido del comunicado.

Los faroles de Tejero

Como se ha dicho, Milans del Bosch asumió todos los poderes, militarizó todos los servicios públicos, prohibió "todas las actividades de los partidos políticos", "las reuniones superiores a cuatro personas", y estableció el toque de queda. Horas después, a las 22.30 según se recoge en el informe, Tejero realizó ante los diputados el más sorprendente, y a la postre falso, anuncio: "¡Guardias! La II, III, IV y V Región Militar han dicho sí al Teniente General Milans del Bosch como Presidente del Gobierno".

Al día siguiente, el diputado Joaquín Satrústegui (UCD) exigió hablar con él: "Yo soy íntimo amigo de Milans. Yo digo que quiero hablar con él porque aquí se nos está mintiendo. Es incapaz de sublevarse contra el Rey". "Están engañando a la gente", sentenció. Y fue la última vez que se nombró al Capitán General de la III Región en el Congreso durante el intento de golpe de estado.

Horas después, el hemiciclo fue desalojado. "Serían, aproximadamente, las doce horas y quince minutos de la mañana del martes 24 de febrero de 1981".

29 diputados valencianos

Aquella noche de aquella primera legislatura de 1979 a 1982, el Congreso contaba con 29 diputados procedentes de la Comunitat Valenciana: nueve de ellos por Alicante, quince por Valencia y cinco por Castelló. En el informe de los secretarios hecho público, quedó reflejada la firmeza de la diputada por Alicante, Pilar Bravo Castells (PCE), que junto a María Izquierdo Rojo se negó a abandonar el hemiciclo la mañana del 24 junto al resto de mujeres. Por otro lado, a título anecdótico aparece el diputado por Valencia, Joaquín Muñoz Peirats (UCD), que recibe cerca de la media noche "una bolsa de plástico, amarilla, que contenía medicamentos". También fueron atendidos la diputada por Alicante Asunción Cruañes Molina (PSOE) y el diputado por Valencia Francisco Javier Sanz Fernández (PSOE).