Anorexia, bulimia, vigorexiaÉ Palabras habituales en la sociedad actual y que se cuelan entre otras como belleza o delgadez. Más que a un modelo estético responden a una de las epidemias del siglo XXI: los trastornos de la conducta alimentaria, un problema cada vez más frecuente entre los adolescentes. De hecho, según un estudio realizado entre la población escolar de la C. Valenciana, el 2,7% de los adolescentes padecen un trastorno en la conducta alimentaria; cifra que se transforma en un 5% en el caso de las chicas de entre 12 y 18 años.

Pero ¿por qué es más frecuente la anorexia o la bulimia entre la población femenina? El catedrático de Psiquiatría y responsable de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) del Hospital La Fe, Luis Rojo, expone un motivo fundamental: "El entorno social actual exige más sacrificio a la población femenina para adaptarse a unos cánones de belleza o estereotipos y ejerce excesiva presión sobre el culto al cuerpo. En la pubertad, las chicas son más propensas a hacer dieta y son más sensibles a los trastornos emocionales, de ahí que el porcentaje sea mayor". Precisamente ese entorno social es el que facilita que las personas con mayor predisposición a sufrir este tipo de patologías las manifiesten. Porque, contrariamente a lo que se piensa, los factores genéticos también influyen en el desarrollo de los casos de anorexia.

Según explica el doctor Rojo, "uno de los factores de riesgo en la anorexia es el componente de heredabilidad que existe en los casos más severos y que se combina con otros factores de tipo cultural o social". Las dietas, la llegada de la pubertad (y sus cambios hormonales y psicológicos), la ansiedad, la depresión, una baja autoestima o las burlas del entorno son algunos de los factores que se etiquetarían con el nombre de "ambientales".

Falta de apoyo social

Estos factores de riesgo, los tipos de TCA que existen o los mecanismos de prevención son algunos de los aspectos que abordará el catedrático Luis Rojo en un curso online sobre estas patologías, que va a impartir en la Universitat Internacional Valenciana junto a otras dos expertas en la materia, Gloria Cava y Rosa Calvo. Además de estar dirigido a los profesionales de la Salud, este curso se dirige también a los padres de afectados, para que puedan comprender el origen y la evolución de la enfermedad. Son los "grandes olvidados" de estas enfermedades. En este sentido, el doctor Rojo lamenta la estigmatización de los pacientes con anorexia, ya que gran parte de la sociedad todavía percibe este problema como "un capricho adolescente o una tontería de niñas bien" y no como una enfermedad. Esto genera falta de apoyo social, especialmente hacia las familias que no saben cómo abordar esta enfermedad y en las que la enfermedad genera "disfuncionalidad y sufrimiento".

Asímismo, este especialista recuerda que los trastornos de conducta alimentaria deben plantearse como una enfermedad mental, que puede generar consecuencias en los niveles funcionales y psíquicos de los pacientes. "Al igual que en una patología de carácter mental, un tercio de los pacientes se cura, en otro tercio se alivia la enfermedad y en el tercio restante se vuelve crónica, con síntomas que pueden provocar una recaída", detalla. "Reconocerla como una patología psiquiátrica, y no como un capricho adolescente, es el primer paso para encontrar una solución terapéutica", concluye.