Cinco días después de que la dirección nacional del PP decidiera confirmarlo como candidato, Francisco Camps se dio un baño de multitudes en un acto de partido montado teóricamente para presentar a los alcaldables de más de 20.000 habitantes, pero que, en la práctica, se convirtió en su propia proclamación. Ante una sala del Palau de les Arts que se quedó pequeña —el aforo era de 1.500 personas y al menos unas 500 se quedaron fuera del recinto con el consiguiente cabreo de los afectados — Camps se creció. Auguró una victoria del PP «en la práctica totalidad» de los municipios valencianos e incluso se permitió bromear con un comentario que le había hecho momentos antes la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, sobre la publicidad electoral. «No vamos a poner vallas. Nosotros no necesitamos vallas», aseguró un Camps envalentonado que siguió el acto desde una butaca situada en medio del auditorio y rodeado de los principales cargos del partido. El presidente se mostró animoso y bromeó con los que le rodeaban. Se le veía feliz.

Y en la tribuna hizo gala de su optimismo pese a su su situación judicial y los tiempos de incertidumbre en las filas populares. «El PP está mejor que nunca», proclamó el jefe del Consell, quien se comprometió a hacer campaña en todos los municipios. «El PP es partido del pueblo, la gente nos quiere, está con nosotros», afirmó. Y fue más allá al asegura que su gobierno más allá de los consellers y los alcaldes «es el pueblo valenciano».

Ante un público totalmente entregado y que le interrumpió en varias ocasiones al grito de «presidente, presidente», Camps mantuvo que la clave del éxito del PP era la gente, la militancia, la gestión —«hemos hecho la mejor gestión jamás realizada», apuntó— y la oposición, «la peor de la historia». Según Camps «no sabe qué hacer ni que decir, ni como salir de su hundimiento moral ni de su agonía. Esta deshecha», proclamó.

Somos claves y Rajoy lo sabe

En clave nacional, Camps recordó que la Comunitat Valenciana es «clave y esencial» para ganar España. «Rajoy, lo sabe», apuntó tras instar a los suyos a que conviertan el 22-M en un plebiscito sobre Zapatero. «Ese día diremos adiós a Zapatero y hola a Rajoy».

El jefe del Consell no hizo alusión alguna al caso Gürtel ni a su situación personal. La única referencia partió del presidente provincial de Valencia, Alfonso Rus: «Te han hecho sufrir, a ti y a tu familia; pero no podrán contigo. Aquí tienes a superman», proclamó el barón provincial.

Disculpas por hablar valenciano

La apuesta de Camps de «defender la identidad como pueblo» de la Comunitat Valenciana quedó ayer en evidencia después de que dos de los tres candidatos seleccionados para representar a los 64 alcaldes de más de 20.000 habitantes tuvieran que pedir disculpar por su condición de valenciano hablantes. El conflicto se inició con la intervención del alcalde de Vila-real, Juan José Rubert, quien fue interrumpido por alguien del público que exigió que se pasara al castellano. Rubert para que «el idioma no sea una barrera» hizo el esfuerzo e incluso pidió perdón cuando en otro momento y sin darse cuenta volvió a expresarse en valenciano. Su predecesora en el micrófono, la alcaldesa de Torrent, Maria José Català, también pidió perdón por que «mi lengua materna es el valenciano», y se expresó en castellano. No lo hizo Alfonso Rus: «Jo vaig a parlar en valencià», advirtió, para acto seguido enarbolar un discurso plagado de gags, que arrancó las carcajadas del público. Entre las bromas se coló alguna de tinte machista. Según relató, por culpa de la crisis, ni siquiera las mujeres hacen la cena a sus maridos.