La Conselleria de Sanidad ha activado todo su engranaje inspector para acotar la magnitud de una presunta estafa cometida en el Hospital General de Valencia en el que están implicadas dos empresas de ortopedia que han falsificado firmas de especialistas de, al menos, cinco servicios y han generado decenas de pacientes ficticios con tal de engordar sus facturas.

La investigación arrancó el 17 de febrero tras detectar un aumento de facturación desde dos establecimientos de ortopedia diferentes. Los técnicos han elegido el mes de noviembre para estudiar y comparar la facturación del hospital General con otros centros hospitalarios que atienden a un número similar de ciudadanos. Tras localizar documentos que evidencian la existencia notoria de constantes irregularidades, ha comenzado a tomarse declaración a los implicados y a acotejar las firmas que aparecen en las falsas prescripciones y volantes con las de los médicos que, supuestamente, avalan esos tratamientos.

"¿Este médico existe? ¿Es ésta su firma o no?". Estas son algunas de las cuestiones que en estos momentos indaga el equipo inspector. El montante del presunto fraude se conocerá en unos días y si los indicios delictivos se confirman la Conselleria de Sanidad se personará en el caso y presentará una denuncia en la Fiscalía, según han anunciado a Levante-EMV fuentes de la institución.

Al parecer, los collarines y corsés son las productos de ortopedia más repetidos en las facturas falsas que ambas empresas hicieron llegar a la Administración sanitaria.

Entre las irregularidades detectadas consta el acceso al historial médico de los pacientes por parte de las ortopedias investigadas, la posible falsificación de la firma y apropiación de datos profesionales de especialistas del hospital. La investigación ha descubierto además que se han realizado diagnósticos falsos a pacientes a los que se les han hecho volantes con productos de ortopedia que no necesitaban en su recuperación.

La alerta se disparó porque algunos servicios que habitualmente no prescriben este tipo de artículos como Neurología, Neurocirugía o Medicina Interna, repentinamente presentaban una facturación desmedida.

Fuentes próximas a la investigación han indicado que las solicitudes y la entrega del material se realizaba en la propias dependencias hospitalarias entre el personal sanitario y las empresas implicadas. A los pacientes no se les dejaba elegir la ortopedia y en muchas ocasiones se les entregaba el material ortopédico sin tan siquiera consultarles.

La presunta estafa se ha generado en los servicios de Cirugía Ortopédica y Traumatología, Medicina Física y Rehabilitación, así como en los tres citados anteriormente. En el transcurso de la investigación abierta por el hospital General se ha confirmado que la letra y firma de las recetas no se corresponden con los números de los colegiados médicos que aparecen en las mismas.

Segundo escándalo en el centro con material protésico

El departamento de gasto del hospital General de Valencia recibió en octubre de 2010 una advertencia de la Central de Compras de la Conselleria de Sanidad sobre el exceso de prescripciones de artículos de ortopedia de varios servicios que habitualmente no facturan estos tratamientos.

No es la primera vez que el escándalo de las ortopedias salpica al hospital General.

En agosto de 1998 el jefe del servicio de Traumatología fue despedido tras constatar que durante 8 años había comprado prácticamente todo el material que utilizaba (prótesis de cadera y rodilla) a una empresa en la que su madre y su esposa tenían el 25% de las acciones. El especialista facturó casi 250 millones de pesetas. p. g. b. valencia