A Ángel Luna sólo lo puede apartar de su puesto un "mandato judicial", esto es, una sentencia condenatoria. Y no porque le fueran a pasar factura política en el PSPV en ese caso, sino porque las penas que acarrea ese delito de encubrimiento, contemplado en el artículo 451 del Código Penal, van de seis meses a tres años de prisión, por lo que siempre acarrean inhabilitación para cargo público.

"En ningún [otro] supuesto va a ser movido" de sus "responsabilidades políticas". Lo proclamó ayer el líder del PSPV, Jorge Alarte. Así de contundente se mostró al ser preguntado por si iba a tomar alguna medida disciplinaria contra el portavoz socialista en las Corts, tras conocerse que se sentará en el banquillo de los acusados por presunto delito de encubrimiento al no entregar al juez Montero el informe que exhibió en las Corts sobre el desvío de fondos de la visita del Papa a la trama Gürtel.

Alarte considera, con todo, que el "supuesto" de la condena no se va a dar. Reveló que ayer, al mediodía, nada más conocer el auto, había llamado a Luna para trasladarle "que tiene toda mi confianza y la de la dirección del PSOE". Aprovechó la llamada, dijo, para "darle instrucciones de que intensifique nuestra labor de lucha contra la corrupción, ahora todavía más", abundó Alarte. El líder socialista denunció que el Consell ha hecho una "jugada perversa típica de los dictadores: poner el mundo al revés". "Si les quedara decencia hace tiempo que Camps habría pedido disculpas a la sociedad, a los creyentes, al Papa y a cuantos se pudieran sentir ofendidos por usar aquella visita para dar 14 millones de los valencianos a una de las peores tramas corrupción de la historia de España", explicó.

Lío por el origen del informe

"Lo normal es que Juan Cotino hubiera dimitido como responsable de la Generalitat en la fundación que organizó aquel encuentro de las familias", agregó, para rematar: "En vez de eso, se dedican a perseguir a los que denuncian y a los que defendemos la ética y la democracia". Alarte expresó su "plena confianza en el TSJ y en la justicia". "No somos como ellos, no atacamos a los jueces, fiscales o a la policía; los respetamos, compartamos o no sus decisiones", apuntó. En el PSPV "no lanzamos exabruptos como Camps o Barberá, porque nosotros somos demócratas de verdad y no atacamos a los jueces", insistió.

Preguntado por si sabía de dónde le había llegado el informe a Luna, Alarte explicó que se le remitió de forma anónima, pero que él tenía la tesis de que se lo había enviado "un militante del PP resentido por toda la corrupción y por Gürtel". El secretario general del PP, Antonio Clemente, sentenció ayer que la decisión del TSJ demuestra que la "naranja podrida está en el cesto del PSPV".

Al hilo de las insinuaciones de Alarte sobre el origen del informe, avisó de que el líder socialista "cometería el mismo delito si sabe cómo le llegó el documento y no lo dice". Decir que viene de un "militante del PP resentido" es, para el PP, "delirante". La portavoz del comité electoral socialista, Carmen Ninet, replicó al popular que la "ironía" de Alarte les ha provocado "un ataque de histeria".