El diseño del equipo multidisciplinar West 8-Sener-Gestec, uno de los finalistas del concurso de ideas del Parque Central, es un canto a la tradición valenciana, empezando por el poema "Piropo a Valencia" escrito por Antonio Gala que sirve de hilo conductor de la propuesta y acabando por detalles como el mobiliario urbano y las farolas inspiradas en la forma de una flor.

El jardín es una combinación de ingredientes "muy ligados a la esencia valenciana" descritos en el poema de Gala, como son las fallas, los naranjales, las playas y hasta el murciélago o "rat penat" (símbolo de la ciudad) que da forma a la gruta-icono del parque.

El Parque Central del despacho holandés que lidera Adriaan Geuze evoca la tradición de huertos y patios valencianos, componiendo una serie de jardines de diferentes tamaños y diversos ambientes donde la presencia del agua, los árboles y las flores están elevados a la máxima expresión. La idea es introducir al visitante del parque en "una atmósfera de fertilidad y placer", apuntan fuentes de Sener.

El jurado del concurso de ideas del Parque Central destacó la "frescura" del diseño de los holandeses. Al final, la propuesta elegida en enero pasado fue la de Kathryn Gustafson, que también desbancó a Alejandro Zaera, Richard Rogers y Zaha Hadid.

El equipo holandés, especializado en diseño urbano y arquitectura del paisaje y autor, entre otros, de la remodelación urbanística vinculada al soterramiento de la M-30 de Madrid,divide el parque en áreas con mayor actividad y áreas de jardines más tranquilos; en espacios para las familias y otros pensados para la contemplación y los momentos íntimos.

Como el resto de despachos propone una pradera para espectáculos y espacios dedicados a la cultura en las antiguas naves ferroviarias rehabilitadas.

Los distintos espacios se articulan en torno a un paseo vertebrador con sombra, que posee un patrón y multitud de pequeños jardines en relieve inspirados en los naranjales de Valencia, y acompañados de una constante presencia de agua con diferentes tratamientos que se integran en cada ambiente del parque en forma de laguna, salto, gruta, pozas, islas, fuente para los niños, acequias y cascadas.

West 8 proyecta el nuevo bulevar García Lorca como una "vega de naranjales" que "reinsertará ese paisaje que la ciudad ha ido poco a poco expulsando fuera en el corazón de Valencia". La barrera de hierro actual se convierte así en una alfombra, verde y de aromas, que culmina en un gran parque, nueva imagen de bienvenida de la ciudad.

Una de las principales preocupaciones de West 8 fue crear "un parque ejecutable teniendo en cuenta las circunstancias económicas que vivimos", por ello la viabilidad económica y constructiva ha sido un tema clave en la concepción del diseño y futuro mantenimiento del parque.

Así se prestó especial atención a todos los aspectos que afectaban a la sostenibilidad del parque como la instalación de fuentes de energías alternativas (placas fotovoltaicas o paneles solares) y el aprovechamiento de elementos ya existentes.