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La rama textil del caso Gürtel ha servido, por la propia idiosincrasia del asunto, para dar alas al escándalo entre la opinión pública, pero, al mismo tiempo le han recortado el vuelo. Lo constatan los estudios cualitativos de opinión elaborados por el propio PSOE. La defensa jurídica del presidente reconoce cuatro trajes y sostiene que los pagó. Tres o cuatro trajes. Poca cosa. Ese es un estado de opinión instalado. Para contrarrestarlo, los socialistas valencianos han elaborado el informe/libro de 128 páginas sobre «La corrupción en la Comunitat Valenciana», una especie de vademécum con todos los detalles de quince casos mediáticos, que afectan a 83 políticos del PP en activo.

El líder socialista, Jorge Alarte; el portavoz en las Corts, Ángel Luna, y la portavoz del comité electoral del PSOE, Elena Valenciano, presentaron ayer el documento en la sede de Ferraz, en Madrid, con un cuadro con las citadas 83 caras de la corrupción como decorado de cartón pluma. La puesta en escena ya delata la intención del PSPV de hacer pedagogía, pero también exportar a la dirección federal toda la munición posible para reforzar la imagen de Camps como icono de la corrupción del PP y a Mariano Rajoy, como su consentidor. Alarte, ayer, se puso el mono de estadista para alertar de que es «mucho más que tres trajes», es un «sistema de corrupción institucionalizada y generalizada» instaurado por Camps para perpetuarse en el poder. Un sistema que sería implantado por Rajoy a escala nacional. Porque «Camps y Rajoy son lo mismo», sentenció el candidato socialista.

El documento ha sido elaborado en los últimos cinco meses, coordinado por la concejala de Alaquàs y colaboradora de Alarte, Eva Martínez, y repasa quince casos vivos en los tribunales. Entre otros, el caso Gürtel, Brugal, Fabra, IVEX, Terra Mítica, Emarsa, Blasco, o asuntos turbios que tienen su epicentro en municipios gobernados por el PP, como el caso Aguas de Calpe, Ibi, Torrevieja, Algorfa, Callosa del Segura, Jacarilla y Calp, en estos cuatro últimos casos, ramificaciones del escándalo Brugal. En el informe se aportan varios organigramas, uno de ellos desplegable para ilustrar sobre los protagonistas de Gürtel y Brugal, que, conjuntamente ocupan 52 páginas.

Los quince asuntos recopilados —todos de los últimos cinco años— no son, según Alarte, «casos diferentes sino manifestaciones de un mismo caso». De un modelo de «baja calidad democrática», de una «economía de la corrupción» de la que ayer hablaron en Madrid y se cita en la introducción del informe, donde se habla incluso de «clusters de corrupción».

El PP valenciano anunció ayer acciones judiciales contra Alarte, por un delito de injurias y calumnias con publicidad y expresó su repulsa por la campaña de «difamación» del PSPV.