El Consell de Camps ha apostado por "subcontratar" la labor de resucitar la necesidad del derogado trasvase del Ebro y agitar la opinión pública de cara a las elecciones, en vista de que las aguas, en este asunto, andan revueltas en el seno del Partido Popular. El Gobierno valenciano aprobó ayer un convenio con la fundación Agua y Progreso en virtud del cual se ponen a disposición de ésta entidad 695.400 euros para el desarrollo de "acciones dirigidas a informar a los colectivos afectados y a las instituciones responsables, sobre los efectos que para la sociedad supone la paralización de las transferencias hídricas".

La inyección económica a la fundación creada por la Generalitat en 2004 y que fue el mascarón de proa del PP en todas las movilizaciones pro trasvase, bajo el paraguas del Agua para Todos, llega justo después de que el PP de Mariano Rajoy ha eliminado la promesa de transferencias hídricas entre cuencas de su programa marco para las elecciones municipales y autonómicas.

Como avanzó este diario, en el documento, aprobado en la reciente convención celebrada en Palma de Mallorca, sólo se alude, dentro del apartado "Entornos y ciudades más sostenibles y eficientes", a un compromiso de promover "un gran pacto nacional" basado, entre otros, en los criterios de "la unidad de cuenca, la sostenibilidad medioambiental, la prioridad de uso en la propia cuenca, garantía de las necesidades presentes y futuras de la misma, y solidaridad interterritorial".

No hay ni una sola alusión a los trasvases de agua, ni si quiera a la posibilidad de transferencias de sobrantes de agua. La única concesión a las históricas reivindicaciones del Consell sobre los trasvases es la alusión al genérico principio de "solidaridad interterritorial". En todo caso, nada que ver con los conceptos de trasvases o transferencias de aguas sobrantes desde cuencas excedentarias a deficitarias que sí estaban incluidos en el programa electoral con el que Mariano Rajoy concurrió a las elecciones generales de 2008.

Los populares valencianos deberán ceñir su programa al estrecho marco del documento de Palma. Tendrán que hacer encaje de bolillos para conciliar su aspiración histórica al trasvase con los planteamientos de la dirección nacional del PP y sin soliviantar las tesis de la secretaria general del partido y candidata en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, quien defendió en su momento la caducidad del trasvase Tajo-Segura en la reforma del estatuto de su comunidad.

Asunto de "interés prioritario"

En estas circunstancias, es la Fundación Agua y Progreso la que ha exhumado los trasvases, últimamente relegados en la agenda del Consell, a través de una campaña publicitaria, que costará unos 68.000 euros, en la que, bajo el lema "Todavía estamos a tiempo", se vende el trasvase como factor que reactivaría la economía y crearía medio millón de empleos. La campaña, que ya está en marcha en la radio, se difundirá hasta el próximo 27 de marzo, justo en puertas de que se convoquen oficialmente las elecciones.Estos anuncios u otros de la misma índole podrán sufragarse con la nueva aportación económica de la Generalitat. Además de para subvencionar el proselitismo pro trasvase entre colectivos "afectados", cuestión que el Consell considera "de interés prioritario", esos 695.400 euros también podrán emplearse en costear el asesoramiento que la Fundación Agua y Progreso prestará "en temas hídricos" a "todas las entidades asociadas". El convenio también recoge, entre otros cometidos de esa fundación, la "sensibilización" en favor del trasvase a través de "jornadas, cursos, conferencias, sesiones, congresos, estudios o informes, a todas las entidades asociadas".

Currículum con ayudas de Emarsa y un contrato con la trama Gürtel

La Fundación Agua y Progreso ha dibujado, desde que fue alumbrada en 2004 -año en el que Zapatero llegó a Moncloa y derogó el trasvase del Ebro del Plan Hidrológico Nacional-, una trayectoria acompasada con la del Consell. Se han retroalimentado. Hasta en aquellos asuntos de aguas turbias, se han cruzado sus caminos. Así, el nombre de la fundación salió a la palestra a propósito del caso Gürtel, al conocerse que la entidad pro trasvase otorgó un contrato de 13.502 euros a Special Events, la empresa matriz del conglomerado de Francisco Correa, que después pasó el testigo a Orange Market, la franquicia valenciana del entramado. Agua y Progreso pagó una factura por esa cantidad para que la empresa que llevaba casi en exclusiva las campañas de Génova, 13 organizara uno de los actos de la campaña "Agua para todos".

La empresa pública Emarsa, que gestionaba la depuradora de Pinedo y que está en liquidación tras detectarse un agujero de 17 millones, financió en 2009 y 2010 con 24.000 euros a Agua y Progreso.