Empresarios adjudicatarios de concursos públicos de material sanitario censuraron ayer la política de inauguraciones y de "lujos superfluos" de la Generalitat Valenciana en detrimento del pago responsable a los proveedores de estos productos, algunos de ellos tan sofisticados e imprescindibles como las válvulas cardíacas cuyo suministro podría quedar en suspenso por el impago acumulado que asciende a más de 1.300 millones, "sin contar las facturas sin contabilizar que hay en los cajones".

"Si dejamos de abastecer a los hospitales habría gente que moriría", expresaron.

"Parece -agregaron- que hay una carrera para ver quien gasta peor el dinero y quien destruye más puestos de trabajo, pero eso sí, adornado con muchas inauguraciones".

A principios de marzo y ante la agónica situación económica que ponía en riesgo la pervivencia de sector, los empresarios afectados constituyeron la Plataforma de Proveedores de la Sanidad Pública Valenciana de la que ya forman parte 23 mercantiles, aunque a la asamblea inicial asistieron sesenta.

"Lo único que pretendemos es solventar el gravísimo problema de los impagos", declaró el portavoz de la recién creada entidad, Vicente Peiró, en la presentación de esta iniciativa que es la primera de España.

Peiró indicó que la deuda de la Conselleria de Sanidad se remonta a 2008 y que incluso hay facturas pendientes de 2004. El tiempo de morosidad asciende a 600 días, pese a que la nueva ley lo limita a 60.

El portavoz empresarial criticó los presupuestos de Sanidad y los calificó de "irreales", ya que este año solo se ha consignado un 30% del gasto realizado el año anterior, "cuando el presupuesto de 2010 ya estaba mermado en un 40% respecto a lo consumido en 2009".

Sin créditos bancarios

La gran espada de Damocles que se cierne sobre las esquilmadas economías del sector es la falta de un plan viable y de unos plazos de pago concretos que les permitirían negociar con los bancos, posibilidad cerrada en estos momentos ya que las entidades bancarias, según indicaron, se han negado a dar créditos a las empresas con deudas vinculadas a la Conselleria de Sanidad.

"No tenemos dinero y no sabemos cuando lo vamos a tener, eso es lo grave", expresó Peiró que calificó de "incomprensible" que a fecha de ayer todavía no se haya dado el visto bueno a los hospitales para que usen el presupuesto asignado, lo que hace que no se haya pagado ni una factura de 2011.

"Ningún hospital se compromete a dar un plazo de pago", agregó el portavoz que observó que la morosidad afecta también a los hospitales de gestión privada como el de Alzira con más 200 días de demora con los proveedores o el IVO.

En tres meses, sin dinero"

El portavoz expresó que ni Sanidad ni Hacienda pueden dar un plazo de pago, "porque en tres meses se van a quedar sin dinero".

El presidente de la Plataforma, Fernando Serrano, expresó que el responsable sanitario tendrá que decidir qué es lo prescindible y lo imprescindible en la cartera sanitaria para decidir la partida de gasto. La angustia del sector es, según refirieron, no poder gestionar el sostenimiento de las empresas con los bancos "porque la fecha de cobro es desconocida y si no hay fecha, no hay préstamo".

Los empresarios admitieron que sí se contempla suspender el suministro de material y añadieron que el 90 % es importado, -"que se paga por adelantado"-, lo que les obliga a abonar la mercancía, los aranceles y el IVA. "Estamos hablando de una demora de mil días", precisó Antonio Cerveró, vicepresidente, que indicó que la morosidad afecta solo a los pequeños empresarios, "porque las multinacionales si no cobran, no sirven".