El buen tiempo ha llegado repentinamente con la primavera y como cada año muchos cogen la bicicleta para volver a hacer ejercicio después de unos meses de sedentarismo o perder los kilos de más que son más evidentes en bañador y biquini.

Desde luego hacer ejercicio no es sólo recomendable, sino necesario para llevar una vida saludable, pero como alertan los expertos, hay que tomar precauciones para que un paseo agradable no acabe en una desgracia. El sobre esfuerzo y unos hábitos incorrectos tras un largo tiempo de inactividad pueden acabar en un desvanecimiento o incluso en la muerte.

Este fin de semana murieron en Torrent y Serra dos hombres mientras montaban en bici, según pudo saber este diario, por causas naturales. Si bien al cierre de esta edición no se conocían las causas concretas de la muerte, ambas situaciones recuerdan a las que cada año se producen en las carreteras y caminos de la Comunitat Valenciana.

El primero, de unos 50 años, fue encontrado al final del camí de "La Mala Pujà" en el Vedat. No presentaba signos de impactos ni lesiones. El segundo, que tenía unos 60, iba acompañado de otro grupo de ciclistas en la carretera de Portaceli y se desvaneció sobre las 12 del mediodía, muriendo en el lugar de los hechos.

Como explicó ayer a este diario el doctor especialista en salud deportiva y ciclismo, Pedro López, cuando llegan estas fechas detectan un incremento de las muertes sobre la bicicleta. "Salen todavía con mucha ropa, quieren prepararse a fondo y no se hidratan", indica este profesional que colabora con la Federación de Ciclismo de la Comunidad Valenciana y que fue el jefe de seguridad médica en los Mundiales de Ciclismo de 1992, celebrados en Benidorm.

Estos días las temperaturas todavía son bajas a primera hora de la mañana, aunque según avanza la jornada se llegan a superar fácilmente los 20 grados. Como consecuencia el ciclista inexperto sale de casa con ropa larga. Con la sudoración y la falta de hidratación se produce entonces una situación crítica.

Evitar las "barbaridades"

Pedro López recuerda que "el ciclismo es uno de los deportes más cardiosaludables y exige unas condiciones físicas normales. Pero hay que conocerlo y no hacer barbaridades". De este modo, las personas que vienen de una rutina sedentaria o de actividad física leve pueden empezar por ejemplo "con una hora el martes y otra el jueves, y tres el sábado". Obviamente no hay que tomarlo como norma y cada uno debe ser consciente de su estado de forma y sus límites en cada momento. Lo importante es una "progresión en la duración del ejercicio y de la intensidad", nada de palizas sobre las dos ruedas.

Además, hay que alimentarse antes de salir por ejemplo con fruta, tostadas o café con leche. También, debe hacerse un alto en las marchas largas para comer algo y siempre llevar agua con sales minerales para una correcta hidratación. Durante el paseo hay que poner atención en las pulsaciones. En el caso de que aumenten mucho lo recomendable no es parar de golpe, "sino hacer un descenso progresivo del pedaleo" porque se puede producir un síncope, con la consecuente pérdida del conocimiento y de la sensibilidad. Por ello no está de más, indica el doctor, llevar consigo un pulsómetro. Del mismo modo, una vez terminado el ejercicio no podemos dejar repentinamente de movernos, no hay que sentarse, y se debe controlar si las pulsaciones decrecen en un tiempo razonable de tiempo.