No han sido días fáciles para los vecinos de Benicolet, Llutxent, Ròtova y Almiserà que siguen sin recuperarse del mal trago después de que este fin de semana el mayor incendio de los últimos años arrasara gran parte de sus montes.

El miedo sufrido las noches anteriores ha dejado paso a la impotencia y a la tristeza de levantar la vista y ver lo que muchos expertos y vecinos coinciden en describir como "un paisaje lunar".

En total ha resultado pasto de las llamas una extensión de 1.480 hectáreas por culpa de un fuego que, en palabras de Francesc Sastre, miembro del Grup d'Estudis Medioambientals de la Safor (Gemas) "ha llegado fuera de tiempo, ya que nuestros montes están preparados para asumir los incendios en los meses de julio y agosto, pero no ahora, en abril".

El propio Sastre explicaba que, aunque la pérdida en vegetación es importante, la fauna es la que sale peor parada. "Estamos en época de crianza y ahora los animales se han quedado sin los árboles necesarios para que todo tenga un proceso normal". Además, daba un consejo a las autoridades: "lo mejor que pueden hacer ahora es no hacer nada, dejar que los montes se regeneren solos".

Joan López, presidente del Centre Excursionista de Ròtova, uno de los términos municipales más afectados, señalaba que "el mal aún no está hecho porque los animales, de momento, tienen reservas para poder subsistir unos días, pero eso se acabará y se quedarán sin alimento y sin cobijo". López puso como ejemplo el caso de la microrreserva de la Cova de les Rates Penades, donde habitan una comunidad de murciélagos que "deberá ser vigilada porque ahora, al no haber árboles ni plantas, se han quedado sin alimento".

López lamentaba, además, la limitación de recursos de la administración para la prevención y extinción de incendios forestales, algo que denuncia también la Coordinadora Ecologista de la Vall d'Albaida (CEVA) que acusaba al Gobierno valenciano de "escatimar en recursos para la prevención de incendios".

Otra población gravemente afectada por el fuego fue la de Benicolet, donde ardieron 600 hectáreas. "La sierra es lo mejor del pueblo. Salimos a hacer senderismo muy a menudo", afirma un vecino que enumera la gran cantidad de manantiales, sendas y fuentes del monte. Ahora, en cambio, "es un desierto", añadía.

En las calles de este pequeño municipio se repite la historia del hombre "sospechoso" que fue visto en las inmediaciones del barranco donde se produjo el fuego. "Se subió a su coche cuando comenzaba a arder la zona y se fue muy deprisa". En Llutxent, José Luis, otro vecino, pedía que "metan en la cárcel a quien ha cometido esta barbaridad" y se lamentaba preguntándose "¿quién nos va a devolver ahora lo que se ha quemado?".

Camps destaca la coordinación

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, acudió ayer a Benicolet, donde departió con los alcaldes afectados y destacó la colaboración recibida de otras administraciones y la profesionalidad y eficacia de los efectivos de lucha contra incendios en la Comunitat

Según Camps, "a pesar de un ambiente demasiado propicio para la propagación del fuego" los equipos de extinción han trabajado "de manera realmente excepcional".

El president de la Generalitat ha agradecido el esfuerzo, sacrificio y dedicación de todos los profesionales que desde el viernes, han participado en las tareas de extinción del incendio en unas condiciones climáticas complicadas por las elevadas temperaturas.

"Dramáticos" recortes de fondos

El candidato autonómico de EUPV y cabeza de lista por Alicante, Lluís Torró, acusó ayer a la Generalitat de atender el patrimonio forestal de la Comunitat Valenciana "solo cuando hay incendios". Torró manifestó que el incendio de Benicolet "debe hacer reflexionar" al Gobierno valenciano que "ha ido disminuyendo de manera escandalosa los recursos destinados a la prevención y la extinción de incendios, haciendo recortes presupuestarios y menguando el personal de plantilla de las brigadas de emergencia en más de un 70 por ciento".

Asimismo, ha denunciado que también ha reducido "medidas tan necesarias como el alquiler de autobombas y la duración de los servicios contra incendios". "La limitación de estos servicios a solo los tres meses de verano es un auténtica locura y la razón, tristemente, nos la da el incendio de Benicolet", destacó Torró. A su juicio "estamos ante un sistema de prevención y extinción del patrimonio forestal valenciano totalmente precario".

EUPV presentó hace unas semanas una batería de preguntas al Consell las Corts Valencianes sobre estos recortes. "La carencia de prevención de este gobierno nos sobrecoge. Es una auténtica irresponsabilidad que puede provocar que un incendio de gran magnitud como el de estos días en la Vall d'Albaida, se encuentre con una reacción absolutamente desprovista de medios, personal y recursos necesarios", advirtió Torró.