Son las ocho de la mañana, y como cada día desde finales de diciembre, el buque oceanográfico "Emma Bardán", de la Secretaría General del Mar, suelta amarras, en esta ocasión en el puerto de la Vila Joiosa, para salir a la mar con el fin de continuar con las labores de cartografiado de la plataforma continental en las aguas de Alicante. Es un trabajo lento que no se terminará este año debido a las enormes dimensiones de la plataforma alicantina, pero una vez terminen el cartografiado se dispondrá de una valiosa y actualizada información para realizar cartas de pesca y para ayudar, entre otros objetivos, a gestionar arrecifes artificiales y obras públicas como los emisarios marinos. También contribuirá a un mejor conocimiento de los campos algales y praderas de posidonia con el fin de proteger ecosistemas vulnerables y a conocer incluso cómo el suelo absorbe la energía y obtener datos sobre depósitos de arena para regeneraciones de playas.

La tecnología que emplean permite hacer las cartas incluso en tres dimensiones y elaborar simuladores de vuelo submarino que bien podrían valer para la animación de una nueva entrega de la película Buscando a Nemo.

Seis gallegos componen la tripulación de este barco con base en Vigo y para esta campaña han contado además con dos técnicos licenciados en Ciencias del Mar, uno originario de Granada y otro de Elx. Ambos son unos apasionados del mar y trabajan en lo que les gusta. El ilicitano Antonio Torres y su compañero Daniel Contreras van marcando día tras día la ruta que debe seguir el "Emma Bardán" para ir cartografiando el fondo marino en la franja entre ocho y 150 metros. Su labor concluye hoy y volverán de nuevo a finales de año para completar el proyecto Espace en aguas alicantinas.

Durante estos cuatro meses, el "Emma Bardán" ha realizado el perfil marino de unas 250.000 hectáreas desde la costa de Torrevieja hasta la playa de San Juan y alguna zona de las Marinas. Al mismo tiempo, el otro buque de la Secretaría General del Mar, el "Vizconde de Eza", ha logrado cartografiar un área de 1.099.845 hectáreas, ya que trabaja de forma continuada las 24 horas del día y entre los 150 y los 5.000 metros.

Para recabar los datos que permitirán elaborar las cartas marinas, los científicos que viajan a bordo del "Emma Bardán" disponen de una sonda multihaz de alta resolución que trabaja de cero a 200 metros. "Nos facilita unos datos de muy alta calidad porque tiene 512 haces y la cobertura en cada línea de navegación es de unos 263 metros de ancho", explica el técnico ilicitano. Además de la multihaz usan también una sonda topas para estudiar la morfología del suelo y realizar luego una interpretación sísmica. Es una sonda paramétrica que "tiene una capacidad de penetración de entre 30 y 40 metros en función de la dureza del terreno", señala Torres.

Un equipo multidisciplinar

Los datos de ambas sondas son remitidos a Madrid, donde otros técnicos de la Secretaría General del Mar del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino hacen la interpretación. "Somos un equipo multidisciplinar en el que hay geólogos, licenciados en Ciencias del Mar, biólogos y topógrafos...", señala el jefe de esta campaña realizada en el litoral alicantino. La información que proporcionan las sondas se complementa con dragas para recoger muestras del fondo y verificar su calidad.

Antes de iniciar el barrido diario del fondo lanzan al mar un instrumento con el que miden la temperatura del agua, la presión y la velocidad de sonido de la columna de agua. Este perfil de sonido se introduce a continuación en la sonda para conseguir unos datos más precisos y en ese momento el "Emma Bardán" comienza a navegar frente a la costa de la Vila Joyosa. El buque, con el capitán Miguel Piñeiro y el oficial Carlos Bernárdez en el puente de mando, llega hasta Moraira y regresa al punto de origen. Navega en paralelo a la línea recorrida momentos antes para que todo el fondo quede cartografiado y así pasan la jornada. Normalmente recorren cada día unas 70 millas náuticas lineales y no descansan ni los fines de semana.

Hoy, el "Emma Bardán" zarpará de la Vila Joiosa rumbo a Vigo. Les separan 829 millas, y tras una corta estancia en el puerto gallego se dirigirán al Cantábrico para emprender dos nuevas campañas, una de cartografiado en el País Vasco y la que realizan cada año sobre el stock de anchoas para fijar los cupos de capturas.