Un año y medio de lista de espera de Cirugía Pediátrica acumula ya el flamante hospital La Fe del Bulevar Sur, donde a dos meses y medio de entrar en funcionamiento los niños que aguardan pasar por el quirófano son varios centenares, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes próximas a la instalación sanitaria.

La reducción de quirófanos de cinco a tres, desde el pasado mes de octubre en el viejo hospital de Campanar, mientras se preparaba la logística del traslado, obligó a reducir los partes quirúrgicos y a aplazar la cirugía programada que en estos momentos tiene una demora de año y medio.

La apertura del nuevo centro hospitalario no ayudó a resolver el problema ya que de los cinco quirófanos que existen solo funcionan tres por lo que la lista de espera de cirugía infantil no ha hecho más que aumentar desde mediados de febrero.

A la falta de quirófanos se suma el recorte de camas. El traslado del hospital Infantil de Campanar a la nueva Fe se ha traducido en la pérdida de una veintena de plazas de cirugía pediátrica. En el viejo hospital había 68 y en el nuevo, 50.

Para resolver esta lista de espera, la dirección de La Fe ha decidido derivar a los pacientes infantiles al hospital de Manises, que gestionan en una UTE Ribera Salud y la aseguradora Sanitas.

Un portavoz de este hospital de titularidad pública y de gestión privada manifestó a este rotativo que Manises, "está dentro del Plan de Choque de la Conselleria de Sanidad", sin embargo el plan de choque como tal dejó de existir hace años para transformarse en una fórmula de concertación por proceso con tarifas concretas.

Concertación privada

La decisión de derivar a los niños al hospital de Manises se traducirá en un aumento de costes para las escuálidas arcas de la conselleria, ya que es lo mismo que si los remitieran a cualquiera de los hospitales privados que colaboran con el departamento que gestiona Manuel Cervera y que, al igual que los proveedores de material sanitarios, tienen una elevada factura pendiente de cobro.

Esta iniciativa evidencia una importante falta de recursos en la red pública sanitaria, incapaz de resolver la propia demanda de lista de espera que genera.

La medida servirá para que muchos padres puedan poner punto final a la desesperación de tener que ir día sí y día también a urgencias a pedir que les reduzcan o estrangulen la hernia que tienen sus hijos, ya que el 60 % de las operaciones pendientes son de cirugía inguinal y el resto de patologías relacionadas con los testículos.