Un terremoto de magnitud 3,0 en la escala de Richter se registró en la madrugada del sábado al norte de Utiel, según informaron fuentes del Instituto Geográfico Nacional. El temblor tuvo lugar a las 00:24 horas, 23:24 horas en horario GMT (Greenwich Meridian Time), y el epicentro se localizó a 11 kilómetros de profundidad y a una distancia de 2,6 kilómetros del centro urbano de la población, en unos terrenos de cultivo en un paraje conocido con el nombre de Banderas.

El movimiento sísmico fue perfectamente perceptible a nivel del suelo tal como lo ratifican los testimonios de numerosas personas, que aseguraron haber sentido el seísmo en la calle y también en viviendas. No obstante no se registraron daños personales ni materiales, ni se registró alerta alguna. Antonio vive en una planta baja y estaba charlando con un amigo, a través de una red social, cuando empezó a sentir un temblor bajo sus pies: "la mesa y la silla estaban quietas pero el suelo no paraba de temblar. Parecía como la vibración de una apisonadora pasando por delante de tu casa, aunque duró muy poco".

"La cama se movía"

Angelita se enteró ayer por la mañana por una llamada telefónica de que los temblores que sintió fueron producto de un temblor sísmico. "Estaba en la cama y empezó a moverse, después toda la casa, fue muy raro. Me levanté para ver lo que pasaba y no vi nada y volví a acostarme. Nunca pensé que pudiera ser un terremoto. Pensé, por la hora, que pudiese tratarse del camión de la basura". Por su parte, José Luis dormía junto a su esposa en una casa de campo que tienen a unos centenares de metros del lugar del epicentro del movimiento sísmico y asegura que "nos despertó un gran estruendo, una explosión como cuando un avión pasa la barrera del sonido. No llegamos a sentir ningún temblor. El ruido nos despertó, me levanté y subí la persiana, pero no vi nada y nos volvimos a dormir. Tampoco se nos ocurrió que pudiese ser un terremoto, me lo han dicho esta mañana cuando he ido a Utiel".

También hizo referencia al comportamiento extraño de su perra "iba como loca, no paraba de moverse, estaba muy nerviosa". El terremoto también se sintió en la urbanización Casa Medina, que está a unos 5 kilómetros del epicentro.

Un reciente estudio científico incluyó amplias zonas del norte de la provincia de Valencia, entre las que figura el área afectada por la sacudida, entre las más expuestas a sufrir un terremoto por encima de los 5 grados de magnitud, punto a partir del cual pueden registrarse daños significativos. Hasta el momento, en este área nunca se ha registrado un terremoto con una intensidad de este tipo. En la Comunitat Valenciana tienen lugar unos 50 terremotos de media al año con una intensidad comprendida entre los 1,5 y 3,5 grados en la escala de Richter.

Se sintió fuera de Utiel

Marga se acababa de acostar. Vive en Los Corrales, una pedanía de Utiel a 6 kilómetros del epicentro del seísmo, y momentos después de apagar la luz comenzó a sentir como la casa empezaba a vibrar. "Fue una sensación muy desagradable, temblaban las paredes y los cristales, sentí como si fuesen a reventar". Por la proximidad de su vivienda con la carretera, en un principio pensó que podría tratarse de un vehículo que impactó en la casa vecina.

Enseguida se dio cuenta que se trataba de un terremoto puesto que "la cama no se movió en ningún momento, pero la casa se movía toda, paredes, puertas. Fue como una sacudida muy fuerte, duró muy poco tiempo, unos diez segundos. Al acabar me dejó muy inquieta y preocupada". Mientras, sus dos hijas dormían plácidamente y no se enteraron del seísmo hasta que hablaron con amigas residentes en Utiel.