La investigación del IVIA va a ser publicada en breve en prestigiosas revistas científicas. Eduardo Primo sabe que Europa es "exquisita" cuando se trata de ciencia y requiere que los informes lleguen con "avales" antes de cambiar su criterio. "Se ha hecho un buen trabajo, incluyendo todas las variables, y que ahora sometemos al juicio de la comunidad científica", añadió.

Europa, Naciones Unidas y las grandes potencias industriales han sido reacias a incluir los cultivos e incluso las plantaciones forestales dentro de los mecanismos de compensación por la emisión de CO2. Existen dudas y en algunos sectores se cree que una inyección de dinero público en este campo podría provocar plantaciones masivas de árboles en sustitución de las actuales selvas subtropicales, en una operación cuya viabilidad mediomabiental es muy dudosa. "Hay que convencer a Europa para que incluya estas ayudas en la próxima reforma de la PAC. Es difícil, pero el Gobierno Valenciano tiene ahora argumentos", explica el científico.

Según Eduardo Primo, que ayer avanzó las conclusiones de su trabajo en un acto organizado por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), la interacción con el suelo de las plantaciones de cítricos hace que las emisiones del terreno sean inferiores a las de un bosque o culquier otro cultivo. La implantación del riego por goteo, añade, no solo no perjudica la captura de CO2 sino que mejora el balance neto al evitar que la humedad del suelo o las malas hierbas incrementen la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera". Si a eso se une el caracter frondoso del arbolado, su hoja perenne y su capacidad de crecimiento,e stimulada por el clima, los cítricos se convierten, según Primo Lillo "en una máquina de absorber dióxido de carbono".

Las cifras obtenidas por el IVIA sitúan a los cítricos muy por delante de otras especies arbóreas. Según datos de la Universidad de Sevilla, donde llevan años estudiando la capacidad de absorción y fijación de CO2 por parte de los árboles, las especies forestales como el pino carrasco, pino piñonero, el alcornoque, el roble, el quejigo, etc., tendrían una capacidad de absorción muy por debajo de los valores atribuidos a los cultivos de naranjos en la Comunitat Valenciana.