Ayer se escenificó el segundo capítulo de lo que está siendo el intento definitivo por integrar a todas las corrientes del valencianismo lingüístico. Si hace unos meses fue el profesor de Filología Catalana de la Universitat de València, Abelard Saragossà, quien impartía una charla en lo Rat Penat, màximo exponente del "blaverismo", ayer fue un miembro de esta institución secesionista (negadora de la unidad lingüística con el catalán), la directora de los cursos de valenciano, Marta Lanuza, la que ofrecía una conferencia en la casa de quien ha sido su enemigo desde los años 80, la UV.

Marta Lanuza, hija del histórico del secesionismo Chimo Lanuza, reconoció en su intervención que el conflicto entre las diferentes facciones desemboca en un "peligroso abandono del valenciano en favor del castellano". Pese a criticar los modelos lingüísticos usados por la Universitat de València y la Acadèmia Valenciana de la Llengua por "artificiales" y alejados de la sociedad, Lanuza se mostró partidaria de converger si se tiene en cuenta las variantes defendidas por Lo Rat Penat y la Real Acadèmia de Cultura Valenciana. De hecho, afirmó que "es hora de acabar con esta lucha y elaborar, extender y consolidar de una vez por todas un estándar genuinamente valenciano sin complejos". Eso sí, para ello hay que contar con las aportaciones de la institución de la que forma parte y de la RACV, "las únicas que representan la realidad valenciana".

Lanuza pidió a la Universitat de València que incluya "las variantes de lengua valenciana" para acabar con el "autoodio y el complejo de inferioridad del hablante valenciano". Al mismo tiempo lamentó que algunos de los miembros de la RACV no utilicen el valenciano, lo que consideró "un grave problema de coherencia interna".

En la misma línea integradora se pronunció Alexandre Ordaz, quien acudió al acto en representación del Centre d'Actuació Valencianista. Ordaz, licenciado en Filología Catalana y fundador de la Taula de Filologia Valenciana de la UV, explicó que "todavía hay sectores sociales importantes, comprometidos con la lengua, que la Acadèmia no ha sido capaz de incorporar". Además, recordó que la Universitat "ignora y excluye premeditadamente" a la propia AVL. En ese sentido, abogó por el consenso y el diálogo como única solución a estos problemas.

Para Ordaz, "el futuro del valenciano nos necesita más unidos y fuertes, habiendo superado los puntos de enfrentamiento y los debates estériles y concentrarnos en la batalla decisiva, que es la del uso". Por ello pidió "recuperar y relanzar el espíritu fundacional de la AVL para conseguir un consenso político, social, mediático e institucional más amplio sobre el valenciano, es decir, sobre su promoción y sobre el modelo lingüístico".

Como moderador de la mesa en la que participaron Lanuza y Ordaz estuvo el filólogo Emili Casanova, académico de la AVL y profesor de la Universitat de València. Casanova definió el encuentro de ayer como una reunión para "propagar que queremos la paz y la unidad de actuación lingüística, imprescindible para conseguir otras metas como pueblo". Casanova defendió que debe ser la AVL la que acabe con esta "guerra fratricida sin vencedores ni vencidos, destacando lo que nos une sobre lo que nos separa".

Casanova citó a los dos máximos representantes de los dos modelos enfrentados, Xavier Casp y Joan Fuster. "Con actos como el de hoy intentamos conseguir lo que Casp intentó en época de Ramón Lapiedra como rector de la UV, que después realizó entrando a formar parte de la AVL, ya que sabía que sin él nunca se haría esta institución". También citó a Fuster, quien le decía que se "debe luchar por integrar en el valencianismo a los 'blaveros' que hablan valenciano, que no son nuestros enemigos, porque todos somos el mismo pueblo y hablamos la misma lengua a pesar de discrepancias y falta de comunicación y evitando que se apodere de esta tendencia el españolismo antivalenciano".

Los impulsores del pacto "definitvo"

Esta reuniones impulsadas desde instituciones tan enfrentadas desde hace tiempo se han gestado gracias a la participación de diferentes actores. Por parte de la Universitat ha trabajado en el proyecto Abelard Saragossà, así como Emili Casanova, que también es académico de la AVL. Por lo Rat Penat ha sido su secretario, Josep Puchades, quien ha tendido la mano. También ha habido terceros actores como el profesor de la UCH-CEU, Vicent García Perales. s. pitarch valencia