El juzgado de Instrucción número 20 de Valencia investiga una presunta estafa millonaria a unas 200 personas captadas a través de Hermes Club Empresarial y de la entidad Inversiones Inmobiliarias Delmar S.L., cuyo titular, Delfín M.A., está imputado en esta causa.

Esta persona, que ha sido denunciada por una veintena de inversores, se encargaba presuntamente de recoger sumas de dinero y ofrecía rentabilidades fijas elevadas para realizar inversiones en el extranjero que luego no efectuaba. Cuando no hace ni dos meses que estralló el escándalo del Madoff valenciano, la justicia investiga un caso similar, esta vez con capital estrictamente captado en Valencia.

Reuniones en los mejores hoteles de Valencia, una oficina en el centro financiero de la capital del Turia, y una máxima, acudir de la mano de otros inversores. Era la manera perfecta con que Delfín generaba confianza para atraer clientes que tras conocer las rentabilidades, de hasta el 8,5 %, se lanzaban a colocar su dinero en el extranjero.

Dos de las personas que invirtieron y no cobraron, representados legalmente por la letrada Ana Mejías, denunciaron a al empresario por un delito de estafa y otro de apropiación indebida. Otros afectados, se calcula que unos 20, ya han presentado también sus escritos contra Delfín M.A., y algunos de ellos están siendo ahora citados para ratificar los hechos.

En la causa abierta en el juzgado figuran como imputadas cuatro personas -Delfín M.A., su hijo, una socia del primero y otra mujer que guardaba alguna relación con la sociedad-. El principal implicado ya ha acudido a declarar ante el juez de instrucción, así como también algunos de sus trabajadores. La presunta estafa podría superar los dos millones de euros, aunque por el nivel adquisitivo de los socios del Club Hermes la cifra presuntamente defraudada podría ser muy superior.

Delmar tenía como finalidad la captación de inversionistas para introducir su capital en el mercado de divisas Forex -el mercado más grande del mundo, en términos de valor de efectivo negociado- ofreciendo unas rentabilidades fijas que oscilaban entre un 5 y un 8 % mensual.

El capital invertido en esta sociedad se garantizaba mediante un contrato personal firmado por el empresario, quien se comprometía a su devolución. Dos de los presuntos afectados formalizaron sus contratos en enero de 2008, "a la vista de que la rentabilidad del negocio que se les ofreció era espectacular, y que la rentabilidad estaba garantizada", según consta en la denuncia. Se les ofreció "un negocio seguro", en el que la práctica totalidad de las personas que había invertido "habían obtenido la rentabilidad prometida más el capital".

Uno de los afectados entregó 441.512 euros al empresario, con las expectativas de que en el periodo de tres meses percibiría el 8,5 % de intereses mensuales sobre el capital invertido. Otro cliente invirtió 64.400 euros.

Transcurrido un año, el empresario desapareció tras ofrecer "múltiples excusas" y "sin pagar ni el capital ni los intereses pactados. En los contratos había una cláusula en la que el imputado "se comprometía a devolver el importe total invertido en un plazo de15 días sin ningún tipo de cargo", según los denunciantes.

Hermes Club Empresarial remitió un escrito a los medios de comunicación en el año 2007, y en él afirmaba que en su primer año de vida había logrado incorporar a más de 200 socios, que facturaban más de 250 millones de euros y daban trabajo a más de 1.500 personas. Por su parte, Inversiones Inmobiliarias Delmar tiene desde 2008 seis causas en el juzgado de lo Social con reclamaciones de más de 70.000 euros y dos embargos de la Tesorería de la Seguridad Social de Valencia.

El "Madoff" de Canals que estafó 251 millones

El último caso de estafa piramidal que ha trascendido a la opinión pública tiene su espejo en el conocido como Madoff valenciano. Germán Cardona, un vecino de Canals, está acusado de estafar 215 millones de euros a 100.000 inversores en 110 países. Cardona aprendió del verdadero Bernie Madoff que defraudó 68.000 millones de euros y que ahora está en prisión cumpliendo una condena de 150 años.

Cardona, como D.M.A., también utilizó el mercado Forex. En este caso, las rentabilidades que prometía eran del 10% para cantidades entre 100 y 4.000 dólares, del 14% hasta 20.000 y del 16 % por inversiones superiores. La estafa y el consiguiente lavado de dinero consistían en que buena parte de los fondos captados no retornaban a los inversores y con ellos realizaban importantes inversiones inmobiliarias a nombre de testaferros. Cardona trabajaba en Panamá, Argentina, EE.UU. y Suiza.

Cardona operaba de la misma manera que el ahora imputado en la causa que investiga el juzgado número 20 de Valencia. Atraía a sus inversores con demostraciones de credibilidad y dando la garantía de que devolvería hasta el último céntimo. Es decir, una operación sin riesgo. Ambos organizaban reuniones en hoteles de lujo donde explicaban su proyecto envueltos de lujo e intentando mostrar poderío. Un buena oratoria y devolución de los primeros intereses. Una vez reinvertían el dinero y se confiaban desaparecían y se negaban a devolver el dinero. s. pitarch valencia