El fuego amigo es el que más bajas genera. El candidato socialista a la Generalitat, Jorge Alarte, tropezó ayer con declaraciones críticas con el proyecto que lidera. Hasta ahí, ninguna novedad. El elemento innovador es que las objeciones vinieron del ministro de la Presidencia, Ramón Jaúregui, y del exsecretario general del PSPV, Ignasi Pla. El primero argumentó, en una entrevista del Diario de Ibiza -del mismo grupo editorial que Levante-EMV-, que el socialismo valenciano aún carece de un proyecto consistente. A la pregunta de cómo se explica que las encuestas, incluido el CIS, den ganador al PP en Baleares y en la Comunitat Valenciana, Jáuregui responde: "No lo puedo explicar. El problema es que en Balears hay un gobierno presidido por un socialista. En Valencia, siempre se puede decir que la alternativa que hemos construido no es suficientemente sólida".

Más duras resultan las declaraciones de Pla en una entrevista publicada por el digital l'Informatiu, dentro de la sección "El túnel valencià", de Julià Àlvaro. El exlíder socialista dice estar arrepentido de haber dimitido en octubre de 2007 porque, con él de candidato "creo que ahora nosotros tendríamos más opciones". "Creo que el proyecto que representábamos era reconocido socialmente y con cierta solvencia desde el punto de vista del contacto social", agrega.

Pla considera que el 35% de apoyo que logró en 2007 "era voto muy consolidado y creo que en estos cuatro años habríamos tenido opción de producir un mayor desgaste al PP (...) porque ya tienes cierta trayectoria, la gente te reconoce..". Para Pla, "construir un proyecto nuevo como está pasando ahora es muy complicado: primero, te falta visibilidad, segundo, arraigo y penetración social, tercero, no tienes la credibilidad que te dan los dos elementos anteriores". "Pasado el tiempo, creo que mi marcha fue un error", asegura. El exsecretario general socialistas explicó ayer a este diario que esa entrevista "fue una reflexión general hecha hace meses para formar parte de un libro y no para salir en plena campaña electoral". En su mirada hacia atrás y "con perspectiva", quien fue dos veces candidato a la Generalitat sostiene que sí que "tenía sentido" intentar un tercer mandato como secretario general "para estabilizar y dar sentido al proyecto"."Si Artur Mas se hubiera ido, no habría ganado la Generalitat catalana a la tercera. Pero consolidó una imagen, una posición y, al final, ha llegado a presidente", comentó.

Pla también repasa el episodio de su salida por la polémica sobre las obras en su casa y la filtración, supuestamente desde dentro del partido, de que todavía no habían sido pagadas. "Recuerdo que Jordi Sevilla se quería presentar, aunque al final no lo hizo. Es un tema que se sumó al desencadenante definitivo, que fue que yo me fui por la presión intolerable del Grupo Prisa. Creo que el Grupo Prisa, por intereses particulares suyos, vio en mí una pieza adecuada para ejercer una presión a Madrid y lo utilizó. Me fui porque había cubierto una etapa, pero no tenía por qué haberme ido (...). Yo pude haber cometido muchos errores, pero desde el punto de vista político no tenía ningún tipo de responsabilidad", remató.

En su análisis del partido, el antecesor de Alarte explicó que uno de los problemas del PSPV es que ha hecho la "renovación de las personas pero no la renovación del proyecto político". "Aún tenemos demasiados elementos de los 80 que no hemos cambiado", concluyó. La presencia de Pla en campaña se reduce a actos en su pueblo (Atzeneta d'Albaida) y comarca, caso de Aielo. No protagonizará más actos de campaña porque no lo han llamado desde Blanquerías.