El Grupo de Delincuencia Económica de la policía nacional de Valencia y la Fiscalía investigan desde hace meses a los directivos de CESM-CV, sindicato médico mayoritario en la Comunitat Valenciana, por un presunto delito de apropiación indebida tras una denuncia presentada por dos médicos valencianos, miembros del citado sindicato. En dicha denuncia, interpuesta el 23 de diciembre de 2010, se habla de la posible existencia de "dinero negro" que algunos miembros del sindicato "se reparten mensualmente en concepto de honorarios".

En el punto de mira de estas investigaciones se encuentra Andrés Cánovas, secretario general de CESM-CV (Confederación Estatal de Sindicatos Médicos de la Comunitat Valenciana). Según las informaciones a las que ha tenido acceso este periódico, esta persona se estaría embolsando presuntamente unos 1.000 euros mensuales. Este dinero procede de las cuotas que pagan los afiliados al sindicato -más de 2.500 en la Comunitat Valenciana a razón de 12 euros al mes cada uno- y de las subvenciones que recibe en materia de formación. De hecho, estas mismas fuentes aclararon que en 2009 se adjudicaron 586.000 euros para unos cursos del Servef.

A lo largo de los últimos años miembros del sindicato han solicitado reiteradamente que se mostraran las cuentas ante la sospecha de "la existencia de dinero negro". No obstante, y pese a un requerimiento notarial, estas fuentes aseguran que todavía no les han mostrado las cuentas aunque afirman que están en la sede del sindicato "a disposición de cualquier afiliado que las quisiera ver".

Según la denuncia presentada por Miguel Fernández, oftalmólogo de Castelló, y por María Teresa Lázaro, presidenta nacional de Atención Especializada de CESM, "Cánovas controla el dinero de los cursos a su antojo". Asimismo, se le acusa de utilizar una tarjeta Visa para realizar compras personales y pagar comidas a cargo del sindicato.

El pasado 16 de marzo se realizó una ampliación de la denuncia presentada ante el Grupo de Delincuencia Económica de la Jefatura Superior de la Policía de Valencia. En ella se habla de la posible existencia de una doble contabilidad para ocultar "el dinero que se adjudican determinadas personas del sindicato sin declararlo a la Hacienda Pública".

Del mismo modo se argumenta que para eludir el control de esta supuesta doble contabilidad el sindicato tiene hasta seis cuentas distintas. "Cánovas maneja desde su ordenador personal estas cuentas con trasvases económicos de unas cuentas a las otras", aseguró uno de los demandantes.

En la denuncia también se habla del despido del anterior contable del sindicato y cómo este fue sustituido por otra persona "de mayor confianza", el hermano del letrado de CESM-CV. Ambos están siendo también investigados por la policía, según la denuncia interpuesta en diciembre.

El Juzgado de Instrucción Número 8 de Valencia, encargado del caso, ha prorrogado hasta en cuatro ocasiones el secreto de sumario. Por el momento, no se ha llamado a declarar a las partes implicadas, apuntaron fuentes conocedoras del caso.

Disputas sindicales

Además de este proceso penal, existe una demanda contra CESM-CV por una vulneración de derechos fundamentales, según confirmó el secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, Patricio Martínez, quien aseguró que "la confederación no puede inmiscuirse en el conflicto interno que tenga un sindicato autonómico".

En el trasfondo de la polémica se encuentra un intento de fusión por parte del sindicato que dirige Cánovas con los sindicatos de Alicante y Castelló. "Nos separamos de la fusión por nuestras diferencias con el modo de actuar de Cánovas", aseguró Juan Luis Fortea, presidente de CESM de Castelló.

Andrés Cánovas:

"Es la primera noticia que tengo. Ojalá cobrara un sueldo"

El doctor Andrés Cánovas, secretario general de CESM-CV y a su vez presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, aseguró ayer a Levante-EMV que desconocía por completo la denuncia. "Es la primera noticia que tengo", dijo, mostrando su sorpresa. "Me extraña que si fuera así no se me haya comunicado nada", añadió.

Respecto a las acusaciones que se ciernen sobre él y el presunto delito de apropiación indebida manifestó que existen dietas como en cualquier otro sindicato pero que no cobra ningún sueldo y mucho menos con dinero negro. "Ojalá cobrara un sueldo, pero no es el caso", alegó Cánovas.

"Me molesta que digan cosas como esta, es para preocuparse", explicó. En cuanto a los posibles motivos de las acusaciones Cánovas entiende que ha tenido los "problemas normales en un sindicato al tomar decisiones con gente que no cumple su función".