El miedo de las personas mayores con tratamientos crónicos a quedarse sin medicamentos o el exagerado afán de retirar en una sola visita a la farmacia todos los fármacos prescritos por el médico en la receta electrónica para un año de tratamiento ha disparado el gasto de farmacia en algunas de las localidades donde se ha implantado esta medida que son todos los municipios de Castelló, las 72 oficinas de farmacia de los departamentos de Xàtiva, Sagunt y Alzira y el departamento de Banyeres, en Alicante.

La implantación de la receta electrónica, cuyo mayor beneficio es que el paciente crónico salga de la consulta del médico con la orden de compra de los medicamentos de su tratamiento cargada en la banda magnética de su tarjeta SIP para que solo tenga que ir a su oficina de farmacia a retirarlos cada vez que se le acabe un envase, ha tropezado con un obstáculo en una parte de la población -sobre todo la de más edad-que es la de retirar en una sola vez todos los medicamentos prescritos, lo que ha disparado el gasto en algunas zonas donde ya se aplica esta modalidad.

Este aumento de la facturación ha tenido una repercusión negativa que se ha traducido en un "frenazo" importante de la aplicación en los departamentos donde más "desviaciones" se han detectado.

Lo han reconocido farmacéuticos y fuentes próximas a la inspección de la Conselleria de Sanidad. De hecho, esta misma semana empleados de oficinas de farmacia de la Comunitat Valenciana no han podido descargar los medicamentos de las bandas magnéticas de las tarjetas porque el programa estaba en suspenso.

Nuevo proveedor informático

La Conselleria de Sanidad ha negado el hecho y ha explicado que la aplicación no se ha paralizado, sino que el frenazo se debe a que el Colegio de Farmacéuticos tiene un nuevo proveedor informático para implantar la III fase del programa.

La dirección General de Farmacia indicó que en los próximos días los municipios de Onil y Castalla se incorporarán a los municipios de Banyeres que ya cuentan con este programa.

La conselleria ha resaltado que el gasto farmacéutico ha descendido un 22% el último mes.

Sanidad ha explicado que la receta electrónica consigue que las prescripciones a los enfermos crónicos se renueven sin necesidad de acudir mensualmente a su centro de salud, "lo que permite optimizar el tiempo de visita para otros pacientes y asegurar que los enfermos crónicos mantengan el tratamiento".

La medida ha descargado a los médicos de los centros de salud de la burocracia de atender a pacientes solo para expedir recetas y disponer así de algo más de tiempo para atender a los pacientes que van a la consulta, aunque todavía estén lejos de lograr la histórica reivindicación de diez minutos por usuario.

Sanidad ha destacado la importancia del programa de receta electrónica para que el paciente crónico mantenga su tratamiento, un coste que sale rentable según la conselleria que sostiene que "siempre genera más gasto que su situación se agrave por no seguir el tratamiento". Los tratamientos prescritos por receta electrónica son revisados cada tres meses por el médico para ajustarlo a su evolución clínica.