El PSD-PSICV no ha sobrevivido a la ausencia del apellido Blasco como cartel electoral. En torno a él se constituyó para agrupar a los seguidores del exalcalde de Alzira tras la moción de censura que en diciembre de 1992 arrebató la alcaldía a Francisco Blasco y, pese a haber conseguido mantener la fidelidad de una parte del electorado -cada vez menor con el paso del tiempo- incluso después del relevo del líder natural del partido por su hija Gisela, los comicios del 22-M en que por primera vez la persona que encabezaba la candidatura no estaba vinculada a la familia pueden suponer el principio del fin.

Por primera vez en las cinco convocatorias electorales a las que ha concurrido, el PSD se ha quedado fuera del Ayuntamiento de Alzira, en el que en la pasada legislatura contaba con dos ediles.

La lista que encabezaba Pepe Bosch apenas recibió el apoyo de 850 electores que no han servido para conseguir un escaño en el consistorio -se ha visto superado incluso por el grupo independiente IPA y sólo ha sacado 18 votos más que España 2000- y los casi 1.500 sufragios que el PSD ha perdido respecto de los comicios de 2007 no han acabado en el PP, ni como consecuencia del rédito de un gobierno de coalición que han compartido durante ocho años ni como meta final de una estrategia diseñada para mantener un partido que restara apoyos al PSOE, como siempre se ha especulado con esta marca electoral. El PSD-PSICV cierra un ciclo de dieciséis años ininterrumpidos en el ayuntamiento y la falta de representación convierte su futuro en una incógnita. Levante-EMV intentó ayer, sin éxito, recoger las valoraciones del resultado electoral de Pepe Bosch, fichado como candidato y que también asumió la secretaría general.

El PSI concurrió por primera vez a las elecciones en 1995 y, con Paco Blasco como candidato, se convirtió en el partido más votado (6.833), aunque los seis concejales que obtuvo no le sirvieron para gobernar ante una alianza multicolor "antiBlasco". El exalcalde volvió a presentarse en 1999 y logró casi 5.000 votos y cinco escaños, aunque también se quedó fuera del gobierno y no fue hasta el año 2003, ya con Gisela Blasco, cuando regresó al poder tras aportar a una coalición con el PP tres concejales que garantizaban la mayoría absoluta y ayudaban a desalojar al PSOE. Elena Bastidas volvió a integrar en el gobierno a los dos concejales del PSD en la pasada legislatura pese a disfrutar de una cómoda mayoría.El PSD-PSICV se ha caracterizado por ser un partido muy bien estructurado para evitar la fuga de votos.

Aunque muchos ven detrás de su creación la mano de Rafael Blasco, Paco declaraba en una reciente entrevista que el PSI fue cosa suya, aunque se desentendía del PSD, actual marca electoral. Gisela Blasco descartó repetir como candidata tras 28 años como concejal y ocupaba un puesto testimonial en la lista de Bosch. Su participación en la campaña ha sido escasa.