El portavoz del grupo popular, Rafael Blasco, anunció ayer la intención de los populares de acortar los plazos para el nombramiento del nuevo Consell. Una vez constituidas las Corts, el próximo día 9, el PP baraja que el debate de investidura del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, pueda celebrarse a mediados de junio, en concreto, entre los días 15 y 17.

Tras la investidura tendría lugar la toma de posesión y el nombramiento de consellers, una decisión que Camps tomaría antes de que que el TSJ valenciano concrete las posibles imputaciones por la presunta financiación irregular del PPCV. El auto conocido el miércoles por el que el TSJCV se declara competente para investigar tiene un largo recorrido, por lo que, según las fuentes consultadas, difícilmente antes de julio habrá un pronunciamiento del juez instructor concretando las imputaciones.

La cuestión temporal no es baladí, ya que el auto afecta, entre otros, al vicepresidente del Consell, Vicente Rambla, cuya proyección en el nuevo Consell podría verse perjudicada si resulta imputado formalmente. Aunque el presidente Camps tiene intención de ratificarlo e incluso situarlo en un lugar destacado, a nadie escapa las presiones de la dirección nacional del PP para que no haya imputados en el Consell por la causa de financiación pueden ser muy fuertes.

Blasco justificó ayer su anuncio en que el PP tiene un programa que cumplir y la ciudadanía no entendería que haya dilaciones para adoptar soluciones contra la crisis.