La potenciación del uso social del valenciano es una constante en las memorias anuales del Consell Valencià de Cultura (CVC). La de 2010, aprobada en el pleno de ayer, no es una excepción, pero el órgano de consulta sube un peldaño en sus advertencias sobre la lengua propia. Si se tratara de una catástrofe natural, se podría decir que la institución que preside Santiago Grisolía ha pasado a nivel de alerta naranja, ya que en esta ocasión habla incluso de "riesgo de involución" en el uso social del valenciano.

"Consideramos necesario el incremento en el uso y la puesta en marcha de medidas de potenciación del valenciano. Las administraciones públicas, en primer lugar, las diversas entidades cívicas y los responsables políticos han de asumir un papel de ejemplo en el uso de nuestra lengua y hacer frente al riesgo de involución de su uso social", señala el CVC en las observaciones y recomendaciones de la memoria anual.

En el mismo documento, pero del año anterior, el Consell de Cultura se limitaba a recomendar "una gran decisión política colectiva", y "un gran pacto social", que calificaba de "histórico", por la lengua autóctona.

El órgano de consulta insiste ahora en la reivindicación "habitual" de que las autoridades utilicen el valenciano en sus intervenciones públicas.