Al margen de la vía judicial, la Federación de Servicios Públicos de la UGT tiene previsto remitir hoy mismo un escrito al presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, para que paralice el proceso selectivo. Desde el sindicato se sostiene que las sospechas sobre irregularidades en el proceso son lo suficientemente sólidas como para no continuar con las pruebas. Considera que debería de repetirse el primer examen y, si se confirman las sospechas, impedir que se presenten las personas que pudieran haber tenido un trato de favor. Añade que en una situación económica como la actual con tanto nivel de desempleo, el PP no puede permitir que haya sombra de dudas en el acceso al empleo público.

Pero no sólo Rus tendrá que pronunciarse. Según ha podido saber este diario, varios opositores han presentado diversas reclamaciones ante el tribunal en las que se impugnan varias de las preguntas. Se ha solicitado la anulación de todo el proceso porque se han impugnado una decena de preguntas, cifra que supera las cinco de reserva. Entre otras cuestiones, se asegura que varias preguntas no contienen una respuesta correcta adecuada. El tribunal, que todavía no se ha pronunciado, está compuesto por altos funcionarios de la diputación.

El examen tipo test constaba de cien preguntas, más las cinco de reserva, que los aspirantes debían responder en tan sólo una hora. La prueba contiene numerosas preguntas con largos encabezados y opciones de respuesta en algunos casos muy extensas. Muchas de las personas que se presentaron a la prueba se quejaron al considerar que se trataba de una prueba muy farragosa y que el tiempo otorgado para contestar era muy escaso.