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El historiador, académico, investigador, político y filósofo Vicente Ramos (Guardamar del Segura, 1919) falleció ayer en su casa familiar a los 91 años de edad. Una larga enfermedad acabó con la vida de uno de los intelectuales alicantinos más destacados del siglo XX, defensor a ultranza del alicantinismo y uno de los máximos estudiosos de las grandes figuras de la época, co?mo Gabriel Miró, Rafael Altamira, Azorín o Miguel Hernández. Casi un siglo de vida pública da para mucho, pero hay que ser un personaje activo y extraordinariamente camaleónico para haber sido vinculado al alicantinismo uniprovincial, al movimiento del Sureste de España, al anticatalanismo radical, al ?españolismo, al valencianismo ?blavero y hasta al antivalencianismo de matriz cantonalista. A todos estas ideologías se asoció la figura de Vicente Ramos, que presidió Unió Valenciana (Lizondo confió en él para sumar el voto alicantino) y que consiguió ser elegido diputado al Congreso en las Elecciones Generales de 1982 al concurrir en Unió Valenciana dentro de la Coalición Po?pular.

Fue ahí cuando acabó su desencanto de la política. En 1983 abandonó Unió Valenciana y se integró dentro del Grupo Mixto hasta 1986. "El Congreso -dejo dicho en una entrevista- era un mundo totalmente ajeno al que me había dejado llevar por las circunstancias que me arrollaban, por un afán patriótico y mis ansias de lucha". Vicente Ramos aseguraba que acabó asqueado, pero durante estos años, además de a la política se dedicó a recabar toda la información posible sobre Alicante existente en los archivos y bibliotecas del Congreso y el Senado. Y de ahí nacieron los cuatro tomos de Historia parlamentaria, política y obrera de la provincia de Alicante, la que el propia autor consideraba "mi mejor obra histórica".

A Vicente Ramos, que en 1980 fundó la Associació Defensora dels Interessos Alacantins (ADIA) y que fracasó en su intento por impulsar el partido Unión Provincial Alicantina, se le atribuyeron veleidadessurestistas en su papel de intelectual orgánico de la Caja de Ahorros del Sureste cuando ocupó el cargo de director de la Biblioteca Gabriel Miró. De hecho, Ramos fue visto desde amplios sectores como uno de los instigadores en la sombra del proyecto franquista de unir Alicante, Murcia, Albacete y Almería, que hubiera fragmentado el histórico Reino de Valencia. Cuando Levante-EMV contactó con él hace ocho meses para mantener una entrevista sobre su vida política, Vicente Ramos declinó con exquisitez el ofrecimiento porque todo esto era "pasado" del que ya no quería hablar.

Gran relevancia cultural

Él prefería hablar de Alicante -su gran pasión- y de su relación con la cultura. Azorín, Gabriel Miró y Miguel Hernández marcaron la vida de Vicente Ramos como su triunvirato intelectual, ya a ellos dedicó buena parte de su producción literaria. Su dedicación a la cultura, como autor de numerosos libros y artículos, además de impulsor de publicaciones y revistas (como VerboSigüenza), le valió su ingreso en la Real Academia de la Lengua en 1968 (con el apoyo de Camilo José Cela, Laín Entralgo y Luis Rosales), como miembro correspondiente, igual que en la Real Academia de la Historia en 1966 y en la Academia de Alfonso X El Sabio de Murcia. Era también académico numerario de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana y formaba parte de las academias de Literatura y Filosofía de Buenos Aires y en la Academia Internazionale Neocastrum de Italia.

Doctor en Filosofía y Letras por la Universitat de València y profesor extraordinario de Lengua y Literatura Española en la Universidad de Estocolmo, el que era cronista de la provincia de Alicante desde 1970 será enterrado hoy en el cementerio del Vial de los Cipreses de Alicante, tras el responso que se celebrará a las 12.45 horas en el tanatorio La Siempreviva.